El rey emérito es recibido con aplausos en el funeral de su sobrino Juan Gómez-Acebo
Imágenes inéditas del saludo del rey Felipe a su padre en el interior de la catedral Castrense
Ayer domingo 8 de septiembre se celebró el funeral de Juan Gómez-Acebo, hijo de la infanta Pilar, hermana de Juan Carlos I de España. Un día emotivo que fue acompañado por los aplausos que recibió el rey emérito a la entrada de la catedral Castrense de Madrid donde se ofició la eucaristía.
Una relación muy especial
A punto de cumplirse dos meses de su última visita a España, el Rey Juan Carlos ha regresado a nuestro país para dar su último adiós a su sobrino, que falleció el pasado 12 de agosto en Palma de Mallorca con 54 años y a causa de un cáncer, y con el que el Emérito tenía una relación muy especial.
Los alrededores de la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas se llenaron de curiosos para presenciar el reencuentro de los Reyes Felipe y Letizia con el resto de su familia, que como no podía ser de otra manera han querido arropar a Simoneta, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo en la misa en honor a su hermano, informa Europa Press.
Asistencia de la Familia Real
Un funeral que ha supuesto el reencuentro de los Reyes Felipe y Letizia con el Rey Juan Carlos seis meses después de la última vez que coincidieron en público, precisamente en el funeral de Fernando Gómez-Acebo, hermano de Juan, que falleció el pasado 1 de marzo a causa de problemas respiratorios.
Además de sus Majestades y Don Juan Carlos, han asistido la Reina Sofía, la infanta Cristina con sus hijos Pablo, Miguel e Irene Urdangarín, y Victoria Federica y Froilán, destacando especialmente las ausencias de la Princesa Leonor -inmersa en su formación castrense en la Escuela Naval de Marín-, la infanta Sofía -que se encuentra en Gales-, y la infanta Elena, que ha acudido en representación de la Familia Real a la ceremonia de clausura de los Juegos Paralímpicos en París.
En esta ocasión, sin embargo, sus Majestades y el Emérito mantenían las distancias y llegaban a la Catedral Castrense con minutos de diferencia, evitando así la esperada imagen de padre e hijo juntos de nuevo. Una imagen que no se dio en el exterior de la iglesia pero sí en el interior, cuando Don Felipe, seguido de cerca por Doña Letizia, se acercó a saludar a su progenitor antes de que comenzase el responso.
Así, antes de tomar asiento en el lugar asignado para él en primer fila, el Rey se dirigió al lugar en el que estaba Don Juan Carlos para dedicarle un significativo gesto, estrechándole la mano cariñosamente en presencia de la Reina mientras el Emérito correspondía este gesto con una sonrisa.
"¡Viva el Rey!"
Una cita muy señalada a la que el Rey Juan Carlos, que llegó a Madrid el viernes y que ha elegido un exclusivo hotel para alojarse durante su visita en lugar del Palacio de La Zarzuela -que dejó de ser su residencia cuando se marchó a Abu Dabi en agosto de 2020-, ha acudido en solitario y en la que ha sido recibido con aplausos por parte de las decenas de personas que se agolpaban en el lugar.
Algunos, incluso, han lanzado espontáneos vítores al grito de '¡Viva el Rey!' que el monarca ha agradecido deteniendo sus pasos y saludando con una gran sonrisa antes de reencontrarse a las puertas de la iglesia con sus sobrinos Simoneta y Bruno, su hija doña Cristina, y sus nietos Miguel, Pablo e Irene, muy atentos a la expectación que ha creado la aparición de su abuelo, cuyas visitas a España se han normalizado completamente.