El verano triste de la reina Sofía: no pudo reunir a sus nietos, echa de menos a su hermano Constantino
Es el primero que pasa sin el último rey de Grecia, que falleció en enero. Las hijas de los reyes no coincidieron con sus primos Marichalar y Urdangarín
La reina Sofía está apurando sus últimos días en el Palacio de Marivent, junto a su hermano Irene de Grecia, antes de regresar a Madrid.
Allí, se trasladó el pasado 19 de julio para disfrutar de la isla. Como es tradición, la reina Sofía suele viajar antes que los reyes a Mallorca para después reunirse con sus nietos y sus hijas, las infantas Elena y Cristina.
Sin embargo, la falta del rey Constantino no es el único motivo por el que el verano está siendo triste para la reina emérita. Monarquía Confidencial tuvo acceso a las condiciones que Felipe VI le trasladó a su madre antes de viajar a la isla. No coincidir ni con sus sobrinos, Froilán ni Victoria Federica, ni tampoco con sus hermanas.
Al parecer, estas palabras le dolieron a doña Sofía al saber que no se produciría un encuentro entre los hermanos, ni esa reunión de los ocho nietos -la princesa de Asturias y la infanta Sofía junto a sus primos Marichalar y Urdangarin- de la que tanto se especuló durante semanas.
Felipe VI ganó la “batalla”
Además, la distancia con las infantas se ha visibilizado con su ausencia en Palma. Elena se dejaba ver por Santander, mientras que Cristina optaba por reunirse con su primo Pablo en Grecia.
Las advertencias de Felipe VI a su madre, la reina Sofía, para no coincidir con sus hermanas en Marivent surtieron efecto, dejando a la emérita desolada. Sin embargo, hasta que su nieta Leonor ingresara en Zaragoza y Sofía viaje a Gales, pudo disfrutar con ellas una última vez asistiendo a unos cines para ver una película en familia.
“La reina ha dado un bajón emocional desde que falleció su hermano Constantino, aunque cuenta con el apoyo y compañía de su hermana Irene”, aseguran las fuentes consultadas.
Oasis para Sofía
La reina Sofía es una amante de Palma de Mallorca, isla que le proporciona un gran descanso y que se ha convertido desde hace años en el lugar predilecto para pasar las vacaciones.
Como en años anteriores, invita a residir en el palacio mallorquín a su hermana Irene, de forma que tendrán la posibilidad de descansar juntas y de reponerse del año tan difícil que ambas han afrontado con la pérdida de su hermano, el rey Constantino.
Marivent permite a doña Sofia gozar de la privacidad que tanto ansía para “desaparecer” del ojo público, y además le trae recuerdos de su infancia en Grecia porque tiene el mar cerca.
