El gran reto de Cristina: ayudar a Irene a definir qué futuro quiere

1. La influencia de Victoria Federica
2. Cristina no está convencida
3. Distancia entre primas 
4. Deseos frustrados

Las infantas Cristina y Elena tienen muchas circunstancias en común, como es lógico, pero últimamente una en concreto que les une: la preocupación por encauzar la vida laboral de sus hijos. 

Por un lado, Froilán sigue esperando llamar la atención de alguna multinacional afincada en Emiratos, con idea de mantener su vida allí. Mientras tanto, realiza numerosos viajes a España para reencontrarse con amigos y familiares. 

Por otro, Irene Urdangarin ha finalizado su voluntariado en Camboya y ha regresado a Madrid tras vivir esa experiencia única. 

La influencia de Victoria Federica

Monarquía Confidencial ya adelantó, por fuentes cercanas a la infanta Cristina, que esta había mostrado cierta preocupación por las preferencias laborales futuras de su hija, influenciada en parte por su prima, Victoria Federica. 

Ahora, MC ha podido saber, de las mismas fuentes, que la preocupación ha aumentado tras haber terminado su voluntariado en Camboya. “Los pasos de Irene iban a ser muy claros: realizar el voluntariado y al regresar iniciar al curso siguientes sus estudios universitarios”, confiesan. Pero las cosas puedan cambiar.

“La infanta teme que finalmente Irene pretende seguir los pasos profesionales de su prima. La madre prefiere que su hija mantenga la privacidad, pero no tiene un horizonte profesional definido”.

Según las fuentes consultadas, alguna vez Irene ha ‘plantado’ cara a su madre respecto a cómo decidir su futuro. “En los últimos meses ha habido algún que otro desencuentro por este tema. Cristina siempre ha querido transmitir a su hija la importancia de tener una formación académica”. 

Cristina no está convencida

Todo surge tras el dato de que Irene no superó la prueba de acceso a la Escuela Hotelera de Lausana (Suiza), un centro reconocido a nivel internacional y con elevada tradición, en el que había pensado estudiar los próximos cuatro años.  

Tras realizar un desembolso en la escuela de más de 500 euros por parte de la infanta Cristina, con el fin de poder presentarse al examen de ingreso, Irene resultó ser no apta. 

Distancia entre primas 

Cristina ha buscado para sus hijos la mayor normalidad posible, y se ha preocupado de que se dedicaran a los estudios, preservando su vida privada, algo que no se corresponde con el modo de proceder de la infanta Elena y sus hijos. 

“Las infantas están unidas. Se llevan excelentemente, aunque tienen rifirrafes, como todas las familias. El problema es que Cristina se niega a crear una vinculación entre las primas, y teme que Irene se vea envuelta en polémicas de fiestas”, afirman desde su entorno. 

No es la primera vez que surgen fricciones entre Cristina y Elena por el comportamiento de sus hijas. La dificultad es que Irene y Victoria Federica son primas, pero también amigas. 

“Cuando han coincidido en Madrid y han salido juntas, Cristina no ha estado tranquila”, confiesan las fuentes de su entorno, que añaden: “No quiere que Irene se parezca a Victoria Federica; desea que construya un futuro estable, centrado en una carrera y alejada del foco mediático”.  

Deseos frustrados

Al frustrarse el proyecto de estudiar en la escuela hostelera, Irene barajó otras posibilidades profesionales de cara a su futuro más inmediato. Alguna de ellas, aconsejada por su prima Victoria Federica, cosa que no agradó a la infanta Cristina. 

“La infanta Cristina quiere desligar a su hija de cualquier situación que la posicione en el mundo de las redes sociales o vida influencia, como ha ocurrido con Victoria Federica. Es algo que detesta. Y es una obsesión que comparte con su padre, Juan Carlos I”, concluyen las fuentes.