El excesivo rigor de los escoltas de Leonor causa malestar entre otros jóvenes
La princesa de Asturias intentó pasar desapercibida portando unas gafas de sol y top blanco
La princesa Leonor fue captada hace unos días en una discoteca de Zaragoza, una salida que hizo que saltaran las alarmas en Zarzuela. No por el comportamiento de la princesa de Asturias, que defienden como intachable y acorde a una chica de su edad, sino, según cuentan fuentes solventes cercanas a La Zarzuela, por el proceder de los escoltas.
Al parecer, la princesa Leonor, que continua su formación militar en la Academia General Militar de Zaragoza, ha encontrado el equilibrio entre sus deberes académicos y la vida de diversión nocturna, que sin embargo ha generado revuelo mediático.
Discreción
Este fin de semana, Leonor fue vista disfrutando de una noche en la discoteca ‘Parros’, ubicada en el emblemático casco antiguo de Zaragoza.
Acompañada por amigos de la Academia, la princesa eligió un atuendo informal pero elegante: un top blanco satinado que dejaba al descubierto su espalda y abdomen, vaqueros ajustados y unas grandes gafas de sol negras, completando su look con una coleta alta.
Pese a la discreción, Leonor, ‘despertó’ la curiosidad de algunos de los jóvenes presentes, hasta el punto de que muchos de ellos incluso se atrevieron a realizar fotografías a Leonor. El servicio de seguridad que le acompañaba decidió intervenir, al parecer con la intención de que no se filtrara cualquier imagen de la princesa.
Imposiciones
Esa actuación provocó cierto malestar entre los jóvenes, pero sobre todo en algunas mujeres, que encontraron a la entrada en los servicios con miembros de la seguridad de Zarzuela que les pidieron que mostraran qué llevaban en sus bolsos.
“Se hizo todo lo posible para que no quedara rastro de la noche de Leonor”, aseguran algunos de los asistentes.
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Otras fuentes, cercanas a los servicios de seguridad, comenta: “Cumples órdenes de arriba e intentas proteger, no solo por motivos de seguridad. A veces no surte efecto. Además todo se intenta hacer de la forma más discreta posible para evitar conflicto”.
Punto de mira
Mientras tanto, la princesa Leonor, en el ojo del huracán mediático, continúa su formación en Zaragoza, intentando navegar entre las exigencias de su posición y los deseos propios de cualquier joven de su edad.
La Casa Real no ha emitido comentarios al respecto, manteniendo su política de discreción en asuntos personales de los miembros de la familia real, si bien se atribuye a la reina Letizia una actitud de comprensión hacia su hija en esos momentos de descanso y distracción fuera del centro militar.
