Las elevadas exigencias de Iñaki Urdangarin frenan la firma del divorcio

Cristina ha decidido abrir un paréntesis durante el verano y retomar las negociaciones en septiembre

La Infanta Cristina aterrizó en Ginebra con sus hijos Irene y Miguel, mientras Iñaki Urdangarín llegó a la ciudad con su madre, Claire Liebaert, y su hijo Pablo.
La Infanta Cristina aterrizó en Ginebra con sus hijos Irene y Miguel, mientras Iñaki Urdangarín llegó a la ciudad con su madre, Claire Liebaert, y su hijo Pablo.
  1. Ocio y deporte 
  2. Ruta en bici y escoltas 
  3. El dinero, principal problema 
  4. Condiciones excesivas

La infanta Cristina se tomará un respiro este verano y “aparcará” momentáneamente su situación matrimonial. Así lo han confirmado fuentes cercanas al entorno de la hija de Juan Carlos I, que ha decidido hacer un paréntesis durante las vacaciones y no seguir con las negociaciones con su todavía marido, Iñaki Urdangarin.

La firma del divorcio se retrasa, por tanto, y eso es algo que trae de cabeza a Cristina por dos motivos: el primero, la situación complicada entre su hija Irene y su progenitor, quienes todavía no han logrado llegar a un entendimiento; en segundo lugar, las elevadas exigencias económicas del ex duque de Palma que no acepta Cristina por el momento.

Ocio y deporte 

La infanta Cristina viajará a Marivent con sus hijos para pasar unos días en Mallorca, como vienen haciendo en estas fechas, acompañados por la infanta Elena y sus hijos, la reina doña Sofía y su tía Irene de Grecia. 

Lo cierto es que este año serán unas vacaciones un tanto curiosas, ya que Felipe VI pretende no coincidir en Mallorca con sus hermanas, y mucho menos con sus sobrinos, sobre todo Froilán y Victoria Federica. En sus últimas salidas nocturnas, ambos no terminaron bien parados. 

Desde entonces el rey decidió “poner tierra de por medio” respecto a los hijos de la infanta Elena.

Ruta en bici y escoltas 

En cuanto a Iñaki, se le ha podido ver en compañía de Ainhoa Armentia durante un fin de semana de ciclismo en la Hostería de Torazo (Asturias). En un ambiente distendido se le ha visto preparando una ruta junto con otras ocho personas minutos antes de comenzar la actividad. 

Aunque la pareja estuvo acompañada por amigos, también gozaron de un par de guardaespaldas, que les acompañó en esta escapada deportiva en Asturias.

“El tema de los escoltas, a Cristina le saca de quicio, porque no solo le protegen a él. Es que, si va con su pareja, a ella también y la infanta no está dispuesta a ver este tipo de situaciones porque siente que la humillan”, confirma una fuente muy cercana a la infanta. 

El dinero, principal problema 

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin anunciaron se separación el 24 de enero de 2022, cinco días después de que salieran a la luz las fotos del ex jugador de balonmano paseando por la playa con su entonces amante Ainhoa Armentia, a la que había conocido en el bufete de abogados de Vitoria donde trabajó, y que después se convirtió en su novia.

 

No es el único problema para la infanta, porque que ambos llevan meses negociando los términos del acuerdo de divorcio. Cristina está dispuesta a pasarle una manutención,  acorde a su modus vivendi, pero sin regular, nada. Por otro lado, don Juan Carlos entró en escena y en un par de ocasiones habló con su hija para aconsejarle qué podría ser lo correcto. 

La firma del divorcio se está demorando más de lo que podían pensar, ya que en un primer momento la firma fijada para el 5 de junio, fecha que finalmente se canceló porque la infanta decidió centrarse en el 18 cumpleaños de su hija Irene y en los preparativos de la fiesta que le organizó en Ginebra junto a sus familiares, entre los que se encontraban Juan Carlos I y su padre, Iñaki. 

Condiciones excesivas

Sufragar la escolta y la residencia donde se establezca con Ainhoa Armentia es algo a lo que no está dispuesta Cristina. 

“Ella no tiene que mantener nadie. Se van a separar, que cada uno siga su vida como mejor pueda”, asegura enfadado una de las fuentes a las que ha tenido acceso MC.

La situación precaria del ex duque hace que sus condiciones resulten un tanto exigentes. En este sentido, la pensión que Cristina le abonaría mensualmente sería de gran ayuda para el ex duque, con vistas a garantizar su seguridad. 

Otro proyecto de Urdangarín es “fijar” una residencia con Ainhoa Armentia, algo que le resulta casi imposible con un único sueldo, el de su novia. Por ello, la infanta Cristina ha accedido a ayudar económicamente al padre de sus hijos, conocedora de que pasivamente beneficiaría también a Armentia, al menos por el momento. 

“No es extraño que Cristina le ayude, aún sin el beneplácito de su padre don Juan Carlos, que a la vez es su mejor consejero. Ella siempre ha estado presente en los peores momentos de Iñaki”, aseguran las fuentes. 

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