La reina Sofía ‘se desmarca’ del divorcio de Cristina y Urdangarin

Tras su asistencia al 18º cumpleaños de la princesa Leonor, la infanta Cristina reaparecía en un acto muy especial. Ha presidido en Figueres, Girona, la inauguración de la exposición 'Dalí. El Crist de Portlligat', que permite ver por primera vez en España desde 1952 una de las obras más destacadas del genial pintor catalán, 'El Cristo de San Juan de la Cruz’.

Allí se la pudo ver esbozando una ligera sonrisa, reflejo del buen momento que atraviesa, a pesar de sus dificultades para llegar a un acuerdo de divorcio con Iñaki Urdangarin. 

Todavía casada 

Sin embargo, Cristina no pudo disimular del todo su nerviosismo durante parte del acto. En numerosas las ocasiones, los medios de comunicación la captaron ‘jugueteando’ con sus anillos, entre los que todavía se encuentra su alianza de casada, que se tocó repetidamente como asegurándose de que todavía la lleva puesta.

Monarquía Confidencial pudo saber que la firma del divorcio entre Cristina y el ex duque de Palma se produciría a finales del mes de noviembre. Tras varias reuniones, finalmente, Cristina accedía a las exigencias económicas de Iñaki. Pero, como ya adelantamos en este medio, la firma se habría retrasado por un motivo familiar: los hijos del todavía matrimonio. 

Cristina no está dispuesta a ‘utilizarlos’ como moneda de cambio. En concreto, considera que no deben tener relación alguna con la pareja de su padre. 

La reina Sofía, al margen 

Mientras tanto, y en silencio, hay otra parte afectada: la reina doña Sofía, madre de la infanta Cristina y abuela de los Urdangarín. 

Según fuentes cercanas a La Zarzuela, consultadas por MC, la reina Sofía ha decidido desmarcarse de la situación personal y familiar de su hija. 

La emérita habría decidido evitar pasarlo mal, aunque sin dejar de apoyar a su hija en sus decisiones. “Doña Sofía está muy pendiente de todos sus hijos y nietos; es muy atenta y cariñosa, como bien se conoce. Pero es cierto que este ‘partido’ ha decidido no jugarlo”, aseguran las fuentes. 

Además, desde que sufriera la pérdida de su hermano, Constantino de Grecia, se ha unido aún más a su hermana, Irene, con la que siempre ha tenido gran complicidad. Por ello, ha decidido intentar vivir de la mejor manera posible, dentro de la pena que le causa la falta de su hermano. “No quiere más disgustos”, confiesan desde su entorno. 

Yerno perfecto

Era conocida la sintonía que existía entre Iñaki Urdangarin y su suegra. Para doña Sofía, era el yerno perfecto: deportista, atractivo y sobre todo atento con su hija. Todo ello, llevó a que tuviera una gran aceptación en palacio. Pero eso se truncó. 

Desde que salió a la luz su implicación el caso Nóos, seguido de su entrada en prisión, ella se desmarcó, aunque intentando proteger y ayudar en todo lo posible a su hija y nietos.

Don Juan Carlos y doña Sofía han tratado de preservar la integridad de su hija y de defenderla ante cualquier enemigo. No obstante, Iñaki no lo puso fácil. 

Apoyo de su padre

Juan Carlos I ha estado mostrado pendiente de las reuniones y cláusulas de la firma del divorcio, mientras la reina Sofía se ha mantenido al margen. “La reina Sofía está pendiente de su hija, pero no le pregunta cómo avanza la situación de su matrimonio. En ese aspecto, se mantiene fuera de juego”, insisten las fuentes cercanas a La Zarzuela. 

Cristina ha optado por apoyarse en su padre para buscar refugio emocional, pero también consejos prácticos, y así afrontar de la mejor manera posible esta situación. 

“Cristina quiere firmar los papeles, pero no a cualquier precio. Todavía quedan muchos aspectos que debatir”, sentencian las fuentes consultadas.