“La reina y yo estamos un poco solos”
Felipe VI da por seguro que la jura de la Constitución por la princesa Leonor podrá celebrarse el 31 de octubre
La reina Letizia cumplió 51 años el viernes, 15 de septiembre. No fue un aniversario redondo como ocurrió el año pasado, con los 50, pero también ha existido otra diferencia más: esta vez en la celebración no estuvieron ninguna de sus hijas, que se encuentran en Zaragoza y en Gales.
“La reina y yo estamos un poco aburridos”
La marcha de la infanta Sofía a Gales a finales de agosto, para cursar durante dos años el bachillerato en el colegio UWC Atlantic, el mismo en el que estudió su hermana, ha dejado La Zarzuela sin las dos hijas de los reyes porque, pocos días antes, la princesa Leonor se había incorporado a la Academia General Militar, en Zaragoza.
Se trata de una situación nueva en la familia real, puesto que por primera vez los reyes Felipe y Letizia van a vivir solos, sin ninguna de sus hijas. El propio rey lo ha comentado así, aunque entre risas: “La reina y yo estamos un poco aburridos”.
Sofía, centrada
El comentario lo hizo Felipe VI en uno de los corrillos que se formaron en el Tribunal Supremo al término de la apertura del Año Judicial. Al rey se le vio cercano, suelto, simpático y comunicativo durante esas conversaciones informales, en las que fue pasando de un corrillo a otro.
Sobre sus hijas, comentó que ambas se encontraban “bien” en sus nuevas situaciones, muy diversas, una en Gales y la otra en Zaragoza.
Respecto a su hija menor y el colegio UWC Atlantic, comentó que Sofía está “centrada”: “Es una alumna aventajada porque su hermana le ha abierto camino allí”. Por ese motivo, se ha adaptado enseguida.
Un primer año duro
Durante esas conversaciones informales, algunos preguntaron al rey por el ingreso de Leonor en la Academia General Militar y los primeros días de curso. Y en concreto, acerca de las exigentes pruebas físicas que hubo de superar, para las que se había entrenado durante el verano, en ocasiones junto a su madre, la reina Letizia.
“El primer año es duro”, reconoció don Felipe. “Nos ha pasado a todos”, añadió, para concluir que, a pesar de todo, la heredera “está, muy contenta”.
Remarcó que ingresar en la Academia no es algo fácil, y que requiere disciplina y compromiso. “Más de un compañero de Leonor ha abandonado el proceso, tras tomar parte en el entrenamiento realizado en el campo de maniobras de San Gregorio”.
Durante ese tiempo de instrucción, los reyes no han mantenido contacto con su hija porque las normas de la Academia prohíben llamadas telefónicas en las dos semanas, salvo emergencias, y así se cumplió.
Jura el 31 de octubre
Felipe VI se mostró confiado respecto a que la jura de la Constitución por parte de Leonor pueda celebrarse el día que cumple 18 años, es decir, el 31 de octubre, a pesar de la actual coyuntura política, ya que previsiblemente entonces todavía no habrá nuevo Gobierno.
La investidura de Núñez Feijóo está fijada para el 26 de septiembre, previsiblemente no saldrá adelante, y Pedro Sánchez ha comunicado que lo intentará en la tercera semana de octubre.
“No hay motivo para que no se pueda llevar a cabo la jura o promesa de Leonor el próximo 31 de octubre -comentó el monarca-. Se forme o no Gobierno, ella jurará ante las Cortes”.
Una “costumbre constitucional”
Algunos de los asistentes se interesaron la nota de La Zarzuela en la que se notificó la designación de Alberto Núñez Feijóo para someterse a la investidura, y en concreto en que hablaba de que la nominación del candidato que había obtenido más escaños es una práctica que “se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una costumbre”.
Ya con rostro algo más serio, Felipe VI precisó: “No es lo mismo costumbre que costumbre constitucional, habitualmente compatible con la Constitución”.
Dejó claro que, por muy rey que sea, está informado de las noticias que suceden día a día. “He leído en algunos medios, de vuelta al trabajo después de las vacaciones…”. Aunque añadió, riéndose: “¿Pero qué vacaciones?”. Porque, en efecto, este verano la familia real ha recortado mucho el periodo de descanso.
Durante ese rato, Felipe VI fue recorriendo los distintos corrillos, en los que saludó a los altos cargos, magistrados e invitados presentes en el salón.
