Los superiores de Leonor en Marín, satisfechos con su primera jornada de instrucción
La princesa está ya en forma, protagonizó su primera salida a la mar y se la vio muy integrada con sus compañeros
Leonor de Borbón, junto al resto de sus compañeros de la Escuela Naval Militar, han realizado su primera salida a la mar de este curso, utilizando las lanchas de instrucción que tiene la academia.
“Se han adiestrado en maniobras en las que han destacados ejercicios como recogida de hombre al agua, y atracadas y desatracadas. Pero lo más importante es que han trabajado juntos y han comenzado a forjar la unión entre las dotaciones”, apuntaban desde la cuenta de Instagram de la Armada.
Monarquía Confidencial adelantó hace unas semanas la preocupación que existía en los mandos de la Escuela Naval por la baja forma física en que la princesa de Asturias había ingresado en la Academia. Fuentes del centro confesaron que debían tomar medidas para revertir la situación y evitar que la heredera se quedase rezagada respecto al resto de sus compañeros.
“No está en condiciones óptimas para seguir los entrenamientos estrictos a los que están acostumbrados aquí”, confesaban fuentes cercanas a la base de Marín.
Buen comportamiento
Las mismas fuentes, consultadas ahora, han confesado a MC que los mandos de la Escuela encargados de revisar el buen hacer de los alumnos han mostrado su satisfacción por el comportamiento de Leonor tras superar su primera jornada de instrucción.
Vídeo del día
Una agente de policía salta a un coche en marcha
para socorrer a un conductor enfermo
“Está muy implicada, muy colaborativa con sus compañeros y se le ve su ilusión y ganas por aprender”, comentan.
Una victoria en equipo
Según llegó a la Escuela Naval, Leonor se estrenó en unas competiciones deportivas entre brigadas, en las que su equipo se hizo con el primer puesto.
Los alumnos tuvieron que demostrar sus dotes como deportistas y fueron los primeros. La heredera festejó con sus compañeros ese primer puesto. Todo el equipo, sofocado tras las pruebas, echó a correr tras conocer la noticia y se fundieron en un gran abrazo.
Sin embargo, Leonor no mostró entonces una preparación física adecuada, tal como se comprobó en sus movimientos durante las pruebas. Ahora, y gracias a la intensidad de los entrenamientos, Leonor supera su día a día con nota, como aseguran fuentes cercanas a Marín.
Estricto internado
Su vida en la Escuela Naval responde al “régimen estricto y de internado”, según palabras del director, Pedro Cardona. Su horario es “un no parar”, explicó.
Cada día, a las 06:45 horas se levanta el batallón, los alumnos se preparan, desayunan, arreglan las habitaciones, y a las 07:50 horas toca pasar ‘revista de policía’: verifican que todo está en orden y que lleven el uniforme bien puesto.
A continuación, van a clase: cinco horas por la mañana --comienzan a las 08:10 horas-- y otras tres por la tarde. Disponen de una hora para comer, y todos los días deben de realizar una hora de gimnasia.
Fines de semana
A las 18.00 horas tiene lugar el acto militar de ‘lectura de la orden’, y a las 22:30 horas han de irse a dormir, con el fin de “garantizar que los alumnos tienen ocho horas de sueño”. Si algún alumno quiere acostarse más tarde para estudiar, debe pedir permiso.
Los fines de semana son más laxos. Se levantan a las 08:45 horas, la mañana del sábado es lectiva, y a partir de las 12:30 horas pueden salir a la calle.
En función de su antigüedad y del curso en el que están encuadrados, pueden regresar a la Escuela a las 01.30 horas, los alumnos de primero, o a las 03.00 horas los de segundo. A partir del tercer curso, los alumnos tienen la posibilidad de dormir fuera del centro.
“Esta es una forma de facilitar el régimen que llevan, que es de internado, para ayudar a cohesionar el grupo de personas que ingresan en la Escuela”, apuntó Cardona.