La Infanta Elena, ajena al tenso reencuentro entre don Juan Carlos e Iñaki Urdangarín

La graduación de Irene Urdangarín en Ginebra con gran parte de la Familia Real presente -tan solo faltaron los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía- es el tema estrella de las revistas de este miércoles.

Un evento muy especial que tampoco se quiso perder el orgulloso padre de la joven, Iñaki Urdangarín, protagonizando un incómodo reencuentro no solo con su exmujer, la infanta Cristina -con la que está teniendo dificultades para llegar a un acuerdo de divorcio- sino también con don Juan Carlos.

Hacía más de cinco años que suegro y yerno no se veían las caras y, como han revelado en 'El programa de Ana Rosa', su encuentro fue tenso y la conversación que mantuvieron, breve.

Fue el exjugador de balonmano el que se habría acercado al emérito en el hotel en el que se alojó durante su estancia en la ciudad suiza antes de la graduación. Le habría tocado ligeramente el brazo y le habría preguntado por su salud. El monarca, muy serio, le habría dicho que se encuentra bien, aunque algo aburrido en Abu Dabi.

Una charla muy corta porque uno de los hijos de Urdangarín y la Infanta Cristina, viendo la escena, se habría acercado para aliviar la situación. Un reencuentro de "alta tensión" como asegura Pilar Eyre en la revista 'Lecturas'. Según la periodista, Don Juan Carlos no perdona al vitoriano las fotos con su "amante", Ainhoa Armentia, y este se siente atemorizado en presencia de su suegro.

Una información sobre la que le hemos preguntado a la Infanta Elena que, como suele ser habitual en ella, ha preferido hacer oídos sordos e ignorar las preguntas sobre su familia.

Muy seria y ocultandos su rostro bajo uno de sus característicos sombreros, la hermana de Felipe VI abandonaba su residencia en Madrid para dirigirse a su puesto de trabajo en la Fundación Mapfre sin aclarar qué hay de cierto en que el reencuentro entre Don Juan Carlos y Urdangarín fue de "alta tensión" como se está diciendo.