La familia real de Dubái maquilla el secuestro de la princesa Latifa: "Volverá a la vida pública a su debido tiempo"
La hija del emir Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum lleva desparecida dos años. Un vídeo en el que denuncia estar secuestrada por su familia ha reabierto el caso.
Los miembros de la familia real de Dubai se han pronunciado sobre el paradero de Latifa Al Maktoum, hija del emir Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, por primera vez desde que desapareciese en 2018. Lo han hecho cinco días después de que la BBC emitiese una serie de vídeo en el que la princesa, de 35 años de edad, los acusa de retenerla en contra de su voluntad tras intentar fugarse del emirato pérsico. La ONU ha solicitado a Emiratos Árabes Unidos pruebas de que la princesa sigue viva. Los vídeos, grabados con un móvil clandestino que presuntamente recibió la jequesa en 2019, son una serie de confesiones grabadas en un baño privado.
"En respuesta a las informaciones sobre Latifa, queremos agradecer a todos aquellos que han expresado preocupación por su bienestar, a pesar de que la cobertura informativa no refleja su situación actual. Su familia ha confirmado que Su Alteza está siendo cuidada en casa, apoyada por su familia y profesionales médicos", ha expresado en un comunicado la embajada de Emiratos Árabes Unidos en Londres.
Se da la coincidencia de que Isabel II de Inglaterra y el emir de Dubai mantienen una buena relación, y comparten afición por la cría y la competición de caballos, un nexo de unión cultural tradicional entre Reino Unido y los países arábigos. Sheikh Mohammed bin Rashid Al Maktoum, además de ser el emir de Dubái, es vicepresidente del conjunto de los ocho Emiratos Árabes Unidos y uno de los jefes de Estado más ricos del mundo. El emir tiene al menos 30 hijos reconocidos entre sus seis cónyuges.
En los vídeos publicados por la BBC esta semana, Latifa Al Maktoum asegura estar presa en una de las villas propiedad de la familia real, con las ventanas cerradas y con constante vigilancia por parte de al menos siete vigilantes de seguridad. Los vídeos fueron filtrados a la corporación británica por amigos de la princesa y ha provocado una respuesta global para que se investigue el paradero de la princesa, de quien se desconoce si continúa viva. La familia no ha ofrecido pruebas sobre su estado actual de salud.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, ha sido uno de los pocos mandatarios en expresarse sobre el caso, aparte de las autoridades de Naciones Unidas. En una entrevista en la propia BBC, ha declarado que aunque los vídeos "sean extremadamente preocupantes", Reino Unido no impondrá sanciones a menos que se revelen pruebas de torturas o el asesinato de la princesa.
Los vídeos también son una especie de diario de la vida de la princesa, que rememora como trató de escapar de la península arábiga por primera vez con 16 años con la ayuda de amigos y empresarios extranjeros. Su último intento fue en 2018, en el que trató de alcanzar aguas internacionales antes de ser retenida por comandos de las fuerzas militares de su familia. Su situación es similar a la de una de sus hermanas, la princesa Shasma, quien también trató de escapar de la familia real de Dubai en el año 2000, esta vez en territorio británico.
