La princesa Victoria de Suecia y el príncipe Daniel celebran el 400º aniversario del instituto más antiguo del país
La pareja viajó a Västerås, en el suroeste del país
La princesa Victoria y el príncipe Daniel de Suecia celebraron el 400 aniversario del primer instituto de enseñanza secundaria del país.
El 24 de mayo, la pareja viajó a Västerås, en el suroeste del país. La ciudad está considerada uno de los cimientos industriales de Suecia y es especialmente conocida por su pujanza en la industria automovilística.
Su primera parada fue la catedral de la ciudad, donde fueron recibidos por el Gobernador de la región de Västmanland y el obispo de la diócesis local, Mikael Mogren, que les ofreció una visita guiada por la iglesia.
A continuación, la pareja salió a pie de la catedral, deteniéndose a charlar con los residentes. Llegó el momento del acto principal del día: las celebraciones en la escuela. Victoria y el príncipe Daniel llegaron al instituto Rudbeckian y fueron recibidos por una multitud enfervorizada, formada no sólo por estudiantes sino también por residentes de Västerås.
El director Henrik Pettersson también salió del instituto para dar la bienvenida a los importantes visitantes y posó para algunas fotografías con la Princesa Heredera y el Príncipe, antes de abrirles paso al interior del edificio.
Vídeo del día
Isabel Díaz Ayuso: El Dos de Mayo muestra un Madrid "resonante"
y una España que nunca se rindió
Una vez dentro, los dos miembros de la realeza, así como un gran número de lugareños, fueron agasajados con una actuación de música y monólogos ofrecida en el escenario del colegio por los alumnos.
Después, la pareja inauguró una nueva obra de arte creada por Ann-Sofi Sidén, que representa a dos niños, un chico y una chica, que se tocan las manos chocando los cinco. La estatua es de metal plateado, con las dos figuras de pie sobre sendos mástiles, y se colocó junto a las banderas de la entrada principal.
La princesa Victoria y el Príncipe Daniel terminaron su jornada en Västerås con un almuerzo en el auditorio del colegio, antes de emprender el camino de regreso a Estocolmo.
La Escuela Secundaria Rudbeckiana fue fundada en 1623 por el obispo local de la época, Johannes Rudbeckius, quien, además de dar a los estudiantes un lugar donde aprender, también dio a la escuela su propio nombre.