Un abuelo llamado Juan Carlos I: muy pendiente de cómo viven sus nietos

Mantiene contacto con todos, les solicita conocer los estudios y trabajos, y se ha propuesto que “no les falte nada”

El rey Juan Carlos con sus hijas y varios de sus nietos en Abu Dabi en abril de 2022.EUROPA PRESS
El rey Juan Carlos con sus hijas y varios de sus nietos en Abu Dabi en abril de 2022.EUROPA PRESS
  1. El bienestar de sus nietos
  2. Las fiestas de Froilán
  3. Defraudado’ con Victoria
  4. Que no les falte nada
  5. Pero sin lujos
  6. Infancia complicada
El Rey Juan Carlos, la Infanta Elena y Froilán, juntos en Abu Dabi el Domingo de Resurrección
El Rey Juan Carlos, la Infanta Elena y Froilán, juntos en Abu Dabi el Domingo de Resurrección

Juan Carlos I sigue generando interés entre los españoles, que buscan conocer cómo vive en el exilio en Abu Dabi, y también cómo es ahora la relación sus hijos, y también con todos sus nietos. 

Monarquía Confidencial ha podido saber, por fuentes cercanas a su entorno, que el emérito, además de mantener, como se está comprobando estos meses, una relación excelente con sus hijas, Elena y Cristina, también se mantiene atento a informado sobre sus nietos. Más especialmente con seis de los ocho que tiene.

El bienestar de sus nietos

Siempre se ha comentado el vínculo especial que don Juan Carlos mantiene con los hijos de Elena, Victoria Federica y Froilán, incluso la predilección que siente por este último, tal como, según adelantó MC, lo hizo saber a sus colegas de Emiratos Árabes con ocasión de un evento. 

Sin embargo, no ha sido tan habitual oírle hablar sobre los hijos de Cristina e Iñaki Urdangarin. Es más: en alguna ocasión se ha publicado que ni siquiera recordaba los nombres de los cuatro hermanos. 

Sin embargo, esa circunstancia no es real, porque don Juan Carlos mantiene contacto permanente y directo con todos sus nietos, es decir, incluyendo los Urdangarín-Borbón.

La excepción son las dos hijos de los reyes, porque la princesa de Asturias y su hermana, la infanta Sofía, no participan de un trato tan cercano con su abuelo, en alguna medida debido a las diferencias que han existido entre el rey y su padre estos últimos años, y más aún desde que, en 2020, se exilió a Abu Dabi. 

Las fiestas de Froilán

En muchas ocasiones, don Juan Carlos se comporta con sus nietos como un consejero experimentado, sobre todo cuando alguno de ellos se lo pide. Ocurre tanto en el ámbito personal, como en lo profesional: procura ayudarles y acompañarles lo mejor que puede.

Por eso mismo, en numerosas de ocasiones se ha visto en la obligación de tratar de ‘enderezar’ en alguno comportamientos considerados poco ejemplares. 

Recientemente sucedió con Froilán, con quien, como las fuentes consultadas por MC, tuvo una conversación ‘tensa’ a raíz de los últimos escándalos en los que se vio involucrado: fiestas descontroladas, ‘after’ sin permisos, etc. 

 

Defraudado’ con Victoria

Aquello fue un punto de inflexión, a raíz del cual la infanta Elena forzó que su hijo se mudara a Emiratos para reorganizar allí su vida. 

También tuvo que actuar con Victoria Federica, a la que pidió explicaciones sobre qué significa la condición de ‘influencer’ y sobre el futuro que le traería esa dedicación. Algo que no ha terminado de convencer a don Juan Carlos, quien esperaba una profesión mejor valorada.

Que no les falte nada

“Juan Carlos quiere lo mejor para sus nietos. Está continuamente pendiente, y no quiere que les falte nada”, dicen las fuentes a las que ha tenido acceso Monarquía Confidencial. 

Al mismo tiempo, no quiere que tengan una vida de ensueño debido a la condición familiar que tienen, y menos aún sin trabajar ni tener una formación academia adecuada. Eso es algo por lo que, especialmente de Victoria y Froilán se siente un tanto decepcionado. 

“Aunque -añaden- siente devoción por ellos y Froilán está muy protegido”.

Pero sin lujos

En el caso de los hijos de la infanta Cristina, Pablo Nicolás, Miguel, Juan e Irene, son los más ‘austeros’ de sus nietos, en el día a día y en su filosofía de vida. 

Juan Carlos I estaría dispuesto a no reparar en gastos, pero ellos han decidido mantener en lo posible el y tratar de ser lo más ‘normales’ posible. 

“Son hijos de la infanta Cristina y nietos de don Juan Carlos. La normalidad en sus vidas nunca llegará del todo, pero es verdad que existe mucha diferencia entre los hijos de Cristiana y Elena”, comentan las fuentes. 

Además, ese estilo tiene que ver con la forma de vida que han llevado desde que salieron de Madrid y de Barcelona, pasando por Washington y finalmente en Ginebra. 

Su vida en Pedralbes fue ostentosa de forma innecesaria. En Washington ocurrió prácticamente lo mismo, hasta que llegaron a Ginebra, donde encontraron cierta tranquilidad”, apuntan fuentes cercanas al entorno de La Zarzuela. 

“Aquello fue el principio del fin, por el caso Nóos, por el excesivo gasto económico y porque los hijos se vieron sometidos a un estrés emocional que no era necesario”, añaden. 

Infancia complicada

Estas vivencias de los Urdangarin recuerdan en algún punto a las que tuvo Juan Carlos I, que nació en unas circunstancias inusuales: en el extranjero, concretamente en Roma, fruto del exilio al que se vio obligada la familia real tras la proclamación de la II República; con una situación económica nada boyante; y con escasas posibilidades de retornar a un país que estaba inmerso en una cruenta guerra civil.

Juan Carlos I y Alfonso de Borbón, juntos en una fotografía.
Juan Carlos I y Alfonso de Borbón, juntos en una fotografía.

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