El rey no se va

El rey lanzó una propuesta necesaria, movilizadora, con argumentos positivos y animantes, destacando que “somos una gran nación”, que en otras ocasiones hemos salido adelante en momentos de dificultad, y que también ahora lo lograremos.

Habló de unidad, de impulso, de la necesidad de acudir a los valores, y de que no son tiempos de egoísmos sino de arrimar el hombro. Todos.

Vi a don Juan Carlos más grueso que otros años (desde que fue operado en Barcelona, eso es evidente), bien acompañado de un Belén y de la fotografía que se tomó junto a los campeones del mundo de fútbol.

Aunque lo más significativo, para mí, fue que, tras aludir el apoyo que recibe del príncipe de Asturias, concretó: “Sigo y seguiré cumpliendo mis obligaciones constitucionales siempre con ilusión”. Y añadió: “Es mi deber y mi pasión”.

Con otras palabras, que don Juan Carlos no tiene en estos momentos la menor intención de ceder el testigo a su hijo Felipe. Y ha querido dejarlo patente, clarísimo: de abdicaciones, nada.

Frente a hipótesis, comentarios y hasta sugerencias, que, por cierto, cada día circulan con más intensidad, el rey no se va.

Vale. Pero en algún momento tendrá que dar paso a su hijo.

 
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato