Ningún viaje del rey es privado

El encuentro estaba pendiente desde el verano, tras el incidente de un helicóptero militar español que sobrevoló el yate del monarca. Hubo protestas, llamadas telefónicas, y en una comunicación de don Juan Carlos acordaron mantener un encuentro informal, que se ha producido nueve meses después.

La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, declaró ayer, en Roma, que se trata de “una visita privada”. Discrepo.

Pienso que ningún viaje del rey es privado. No lo es si lo realiza con cobertura institucional, es decir a costa de los presupuestos, utilizando medios del Estado.

Pero, incluso aunque se costeara de su bolsillo un desplazamiento, tampoco me parece que sea un acto privado. Aparte de porque sus ingresos proceden de los presupuestos, es que don Juan Carlos no deja nunca de ser rey.

Es rey en todos los momentos, y en todo lo que haga (incluyendo una cacería, por poner un ejemplo) pesa en esa condición. Cualquier gesto, actuación o comportamiento puede tener repercusiones, bien para España y sus intereses, bien, como mínimo, en la imagen de la institución. Que es algo que interesa a todos.

Pero menos aún puede considerarse “visita privada” un viaje a país tan delicado como Marruecos, donde hay en juego tantos intereses españoles.