Relevo en La Zarzuela
Juan González Cebrián ha dejado de ser el responsable de prensa de la Casa del Rey, tras casi siete años de servicio en La Zarzuela.
Desde tan delicado puesto, en este tiempo ha tenido que gestionar, informativamente hablando, momentos tan decisivos como el anuncio del compromiso del príncipe Felipe y, mucho más aún, la boda del heredero. Y, a continuación, el complicado encaje de Letizia Ortiz en los medios de comunicación.
Después vinieron dos embarazos y los nacimientos de las infantas, Leonor y Sofía, acontecimientos que estuvieron precedidos y acompañados de multitud de falsos rumores, algunos altamente peregrinos.
Es evidente que un responsable de prensa de La Zarzuela no lo tiene del todo fácil. Porque, por un lado, no cabe permitir que circulen bulos irresponsables o disparatados, pero, por el otro, la Casa no puede estar saliendo, día sí y día no, a desmentir.
Con ocasión del primer embarazo de la princesa, introdujo una innovación como fue el anuncio de la noticia utilizando mensajes de sms. Algo que ahora es ya habitual por parte de la Casa del Rey.
En estos casi siete años, ha habido situaciones delicadas en las que La Zarzuela ha debido moverse con pericia. Baste recordar el famoso “Que te calles” de don Juan Carlos a Chávez, o, más recientemente, el anuncio del divorcio de la infanta Elena.
Otros, por el contrario, han resultado bastante más confortables, como la sorpresiva celebración de los 70 años de don Juan Carlos.
Juan González Cebrián ha estado, en unos y otros momentos, en los buenos y en los malos, al pie del cañón. Ha dado la cara, ha sabido manejar la muleta de diplomático, y en alguna ocasión, muy pocas, hasta se ha enfadado.
No sé si otros le agradecerán el trabajo. Al menos, desde aquí, lo hacemos.
