La Emperatriz Zita de Borbón Parma sigue los pasos de su esposo a los altares

El 3 de octubre de 2004, el mismo día que Juan Pablo II anunciaba la beatificación del último emperador de Austria, Carlos de Habsburgo, se dio a conocer el día en que se celebraría su fiesta: el 21 de octubre. La sorprendente fecha, que no coincidía con el habitual  'dies natalis' (el día de sumuerte-paso al Cielo) respondía al mismo día de 1911, el aniversario de su boda con la princesa Zita de Borbón Parma.

 

FOTOGRAFÍA: IPAPRESS

Fue precisamente el día de su boda cuando el que luego sería último Emperador del Imperio Austrohúngaro le dijo a su esposa: "Ahora tenemos que ayudarnos los dos a ir al Cielo". Y están a punto de conseguirlo de manera pública. Carlos ya fue beatificado, como hemos dicho, por el anterior Pontífice, y hoy Siervo de Dios, Juan Pablo II, y Zita está a punto de seguir los pasos de su esposo.

Desde que en 1916 fue coronada junto a su esposo como Emperatriz de Austria y Reina de Hungría, Zita de Borbón-Parma fue el firme apoyo de su marido durante los dos difíciles años de reinado. La paz y la justicia social fueron los dos objetivos de la pareja que no puedo hacer frente a la inestabilidad europea y tuvo que exiliarse, primero a Suiza y luego a la isla de Madeira, donde fallecería prematuramente el Emperador Carlos.

Zita, ya viuda, tuvo que sacar adelante a los ocho hijos de la pareja. España, Bélgica, Canadá y Estados Unidos fueron algunos de los países en que vivió la familia hasta que, concluida la Segunda Guerra Mundial, regresaron a Europa. Tras una vida ejemplar, falleció el 14 de mayo de 1989 y fue enterrada en la cripta de los Capuchinos de Viena donde reposan sus restos. En 2008 la Congregación para las Causas de los Santos abrió su proceso que se lleva a cabo en la diócesis de Mans (Austria)E

 

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