Celebrar las bodas de oro de los reyes

Sin embargo, como es bien conocido, la pareja no celebrará de ninguna manera un aniversario tan singular.

Cierto que, hace ya unos cuantos meses, La Zarzuela anticipó que el acontecimiento no tendría ninguna manifestación, ni pública ni privada, y entonces se argumentó en las difíciles circunstancias económicas y sociales que atraviesa España.

El país no está para festejos ni conmemoraciones, se comentó entonces desde los ámbitos de la Casa del Rey.

A aquella intención se han sumado después las consecuencias del viaje a Botsuana y de la caída de don Juan Carlos, las visitas de la reina al hospital donde fue estaba internado, los comentarios sobre las amistades de don Juan Carlos, que por lo visto han terminado...

Hace cincuenta años, don Juan Carlos y doña Sofía iniciaron juntos un proyecto común que tenía dos dimensiones: una familiar y otra institucional. Es decir, crear una familia, pero también construir un futuro que miraba al restablecimiento de la monarquía en España.

De esos dos objetivos, uno de ellos, el institucional, ha constituido un auténtico éxito. Y así lo reconocerá la historia. El otro, el familiar, ha funcionado durante muchos años, aunque a estas alturas parece que las cosas empiezan a naufragar.

Me parece que, vistos esos resultados, algo sí que cabía celebrar en recuerdo de aquel 14 de mayo de 1962 y del proyecto común.

Y, además, pienso que en el otro terreno, el de la pareja como tal, tampoco habría que dar por cerrado definitivamente todo. Quedan todavía algunos años por delante. Y ya veremos.

 
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