Almuerzo de los príncipes en el Congreso: Sorprendió la confianza que mostró doña Letizia con Mariano Rajoy, presidente del PP

p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal { margin: 0cm 0cm 0.0001pt; font-size: 10pt;"Times New Roman"; }div.Section1 { page: Section1; } Antes de la comida se sirvió un vino a los asistentes: la Mesa del Congreso, los portavoces, y también, por invitación de Bono, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui (que lleva las relaciones con las Cortes) y el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy. Se formaron diversos corrillos, con los príncipes por separado, charlando de un grupo a otro y, según comentaron los presentes, doña Letizia confirmó que tiene dotes para las relaciones humanas.

De los portavoces, no asistió Durán y Lleida (tenía una cita con el médico), y tampoco asistió nadie de Esquerra Republicana de Cataluña.

Una vez sentados a la mesa, don Felipe se ubicó al lado del presidente, José Bono, y enfrente se colocó doña Letizia, flanqueada, a su derecha, por el ministro de la presidencia y, a la izquierda, por el presidente del Partido Popular. El almuerzo duró alrededor de una hora.

A todos los presentes les llamó la atención la confianza que demostró la princesa de Asturias con Mariano Rajoy, con el que departió prácticamente durante todo el tiempo y en un tono muy distendido y amistoso.

Fue una conversación muy fluida por parte de ambos. Incluso a doña Letizia se le escuchó, dirigiéndose al líder del PP: “¿Has hecho ya la pregunta a Zapatero en el pleno?”. Aunque se desconoce si se refería a esa cuestión, en el Pleno de esta semana Rajoy formuló a Zapatero esta pregunta: “¿Cómo valora el Presidente del Gobierno la pérdida de poder adquisitivo de los españoles?”.

Según los presentes, a los príncipes se les vio sueltos y muy preparados. Don Felipe pronunció unas palabras, sin texto escrito por delante. Durante su intervención, el príncipe transmitió su preocupación por la percepción negativa que de los políticos tienen los ciudadanos. Manifestó que conoce bien su trabajo y esfuerzo, y lamentó que, por determinados comportamientos aislados, se haya deteriorado su imagen entre los españoles.

José Bono les regaló dos fotos. Y jugó con el regalo. La primera foto era del acto en que juró la Constitución, hace 25 años, y detrás de ella escondió una segunda foto, precisamente tomada esa misma mañana, y que fue una sorpresa.