Adiós y gracias

Don Juan Carlos no ha sido un rey sin errores. Los ha tenido, y algunos de ellos incomprensibles en una persona de su veteranía. Sobre todo en esta última época y en relación con episodios como lo ocurrido en Botsuana y alrededores. Parecía qué había perdido ese instinto político acreditado durante tantos años.

Dicho lo cual, el adiós del rey no debe resumirse en tales episodios, porque el trabajo realizado ha sido imponente. Tanto, que don Juan Carlos pasará sin ninguna duda a la historia de este país. Su nombre aparecerá en los libros y hablarán de él las futuras generaciones cuando recuerden estos cuarenta años desde que llegó al trono.

No hace falta repetir el exitoso tránsito a la democracia desde el franquismo, ni el freno a la intentona golpista. Aunque, a estas alturas, es verdad que gran parte de los ciudadanos, los más jóvenes, lo ignoran casi todo. Pero lo hecho, ahí está. Y es mucho.

Me consta que le ha costado. Que no están siendo unas horas especialmente gratas. Pero tengo la convicción de que en su anuncio ha primado el interés de la institución y sobre todo el bien del país.

Tiempo habrá para mas. Pero en estas horas, sólo dos mensajes a don Juan Carlos. Adiós y gracias.