La princesa Eugenia suscita un agrio debate en torno a la protección de los 'young royals'
El año sabático de la princesa Eugenia de Inglaterra, hija de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, acaba de suscitar un debate en torno a la protección de los miembros más jóvenes de la Familia Real británica, cuya salvaguardia, incluidos todos sus miembros, supera los 50 millones de euros de coste.
La Princesa ha estado viajando por Australia y Asia, y para ello ha necesitado la protección de dos guardaespaldas, que le han costado a los contribuyentes más de 100.000 euros. Además, casi se da por hecho que Eugenia estudiará en una universidad de EE UU, para lo que requerirá la contratación permanente de dos empleados de seguridad.
El diario británico The Sun ha logrado unas declaraciones de Dai Davies, miembro del departamento de protección real de Scotland Yard, que cuestiona que haya que proteger a los young royals, los miembros más jóvenes de la Familia Real británica: "Creo que es perfectamente justo preguntar por qué lo estamos haciendo, más si cabe cuando enviamos soldados a Afganistán que no están suficientemente protegidos".
Otra fuente consultada por The Sun advierte del recelo popular que está causando esta iniciativa: "Lo único que ve la gente son guardaespaldas trabajando como conductores de estos jóvenes reales, que entran y salen de discotecas. Todo esto facilita que se acreciente la pregunta de si es o no necesario su trabajo".
Los príncipes Enrique y Guillermo, además de su prima Eugenia, están en el punto de mira de estas acusaciones, mientras que Peter o Zara Phillips, hijos de la princesa Ana de Inglaterra, no necesitan seguridad y, por tanto, no producen ningún gasto a los contribuyentes del Reino Unido.
