La Reina de Inglaterra protagonizará un gesto insólito ante la visita de Benedicto XVI: enviará al duque de Edimburgo a recibir al papa al aeropuerto
La visita de Benedicto XVI a Reino Unido, el próximo 16 de septiembre, será el primer viaje con carácter de Estado de un Vicario de Cristo a este país de tradición anglicana. Isabel II, admiradora confesa del Papa, y que fue quien le invitó a realizar esta visita, ha querido tener con el ilustre visitante un gesto inusual.
La soberana ha pedido a su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, que reciba al Papa el próximo 16 de septiembre en el aeropuerto de Edimburgo. Se trata de un gesto de cortesía insólito, ya que ningún miembro de la familia real suele atender personalmente a los jefes de Estado a su llegada a Gran Bretaña.
Nada más bajar del avión, el Pontífice se dirigirá al palacio real de Holyroodhouse, donde realizará la primera visita de cortesía a la Reina. Esa misma tarde, se dirigirá hasta Glasgow, para oficier una misa en el Parque de Bellahouston en la que pronunciará la homilía. Será por la noche cuando Benedicto XVI cogerá se desplace al aeropuerto de Glasgow para viajar desde allí hasta Londres.
El Pontífice ya anunció que durante su visita a Gran Bretaña quiere evitar cualquier ostentación. Por eso, ha rehusado alojarse en el Palacio de Buckingham, desplazarse en el carruaje de Isabel II, y que se organice un banquete en su honor.
Durante su estancia en a Londres, Benedicto XVI se hospedará en la casa del representante del Vaticano en el país ante la Corte de St. James, situada en Wimbledon, al sudoeste de la capital.
El viaje que Juan Pablo II realizó hace 28 años al Reino Unido no fue una visita de Estado, sino una visita pastoral.
