El emperador de Japón confirma su voluntad de abdicar
A través de un mensaje televisado, Akihito ha asegurado que le preocupan su avanzada edad y su salud
En las últimas semanas, Akihito ha estado preparando un vídeo para dar a conocer su decisión acerca de seguir o no en el Trono del Crisantemo. Finalmente, el emperador de Japón ha confirmado este lunes su voluntad de abdicar, ya que considera que su salud y su avanzada edad podrían suponerle dificultades para llevar a cabo su papel de jefe de Estado.
Monarquía Confidencial ya lo adelantó en estas páginas: el emperador de Japón estaba preparando un vídeo en el que daría a conocer el futuro del trono. El mensaje de Akihito, emitido este lunes, ha sido examinado minuciosamente por sus asesores.
Pues bien. Finalmente, el emperador ha confirmado su voluntad de poner punto y final a su etapa al frente del Trono del Crisantemo. De esta manera, su hijo, el príncipe Naruhito, cogería el relevo.
Según Akihito, su avanzada edad –tiene 82 años- y su salud podrían impedirle pronto ejercer sus funciones con solvencia. A través de un mensaje televisado, el soberano japonés se ha mostrado preocupado por si “algún día” se encuentra con dificultades para cumplir su papel de jefe de Estado, algo que “podría tener efectos adversos para la sociedad” nipona.
El vídeo, de unos diez minutos, fue grabado en el Palacio Imperial. Durante su mensaje, el padre de Naruhito evitó referirse de forma directa al procedimiento de abdicación porque la legislación de la Casa Real del país no lo contempla. Es decir, para que Akihito ceda el trono a su hijo, el Parlamento japonés debería aprobar una reforma del marco legal vigente.
Segunda intervención del emperador
“Me preocupa que pueda convertirse en algo difícil para mí llevar a cabo mis responsabilidades como símbolo del Estado, tal y como he venido haciendo hasta ahora”, aseguró Akihito.
En ese sentido, el emperador japonés explicó que “hay momentos” en los que siente “varias limitaciones” por su condición física. Akihito sufre problemas de salud desde que en el año 2003 se enfrentó a un cáncer de próstata. El tratamiento que le ayudó a recuperarse de la enfermedad, sin embargo, le creó una osteoporosis. Además, en 2011 sufrió una neumonía y un año más tarde se sometió a una operación de bypass de corazón.
La de este lunes ha sido la segunda intervención de este tipo que el monarca hace desde que accedió al Trono del Crisantemo en 1990. La primera tuvo lugar en 2011, justo cuando se produjo el terremoto de Japón y el posterior tsunami que asoló la costa nororiental del país y provocó miles de muertes y un accidente en la planta nuclear de Fukushima.
Decisión insólita en Japón
La opción de renunciar al trono por motivos de salud es una decisión insólita en la historia moderna de Japón. La última vez que un soberano nipón abdicó fue hace dos siglos: el emperador Kokaku renunció en 1817. Ahora, Akihito ha mostrado su deseo de ceder la jefatura del Estado a su hijo.
Así las cosas, el legislativo japonés debería poner en marcha próximamente el procedimiento para abordar una reforma de la ley que rige la Casa Real que facilite la abdicación de Akihito en favor de Naruhito.
