Los Romanovs deciden esperar para enterrar de nuevo a los príncipes Alexei y María

Los cuerpos de los hijos de Nicolás II, el último zar de Rusia, no serán enterrados aún donde corresponde, dada la crisis que afecta al país. Quedará como una tarea pendiente para realizarse en cuanto las cuentas se saneen lo suficiente.

Fueron ejecutados en julio de 1918 por los bolcheviques, como toda su familia. Los cuerpos de los miembros reales han ido apareciendo a lo largo de los años y los de los príncipes Alexei y su hermana María fueron los últimos, en julio de 2007. Fue entonces cuando se anunció que toda la familia “descansaría junta” en la catedral de Pedro y Pablo de San Petersburgo.

Pero la realidad, justo dos años después, es otra. La asociación de la familia de los Romanov ha decidido que no es momento oportuno el realizar la inversión de volver a enterrar los cuerpos. Un portavoz aseguraba que se hará sin duda, pero no ahora.

Para ellos es fundamental rendir tributo a la familia de Nicolás II, que en tan trágicas circunstancias murieron todos. De hecho, en el museo de Estado de Hermitage en San Petersburgo, está expuesta la camisa manchada de sangre del último zar.

 

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