El Ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, pide perdón por la decapitación de María Antonieta

Casi 215 años después de que fuera decapitada en plena Revolución Francesa la última reina de Francia, la austríaca María Antonieta, el ministro de Exteriores galo, Bernard Kouchner, ha pedido disculpas por su ejecución en Viena: "Siento mucho, en serio, lo que pasó entonces", dijo ayer el jefe de la diplomacia francesa en una rueda de prensa.

La ministra de Exteriores austríaca, Ursula Plassnik, había recordado previamente que coincidió hace poco con Kouchner en la Place de la Concorde de París en el nacimiento de la "Unión por el Mediterráneo", la misma plaza -entonces llamada de la Revolución- en la que fue decapitada "cierta austríaca". Kouchner agregó entonces: "Sí, lo sé. Lo lamento, siento lo que pasó, pero tengan en cuenta que era el tiempo de la Revolución Francesa". María Antonieta murió en la guillotina en octubre de 1793, meses después de que su esposo, Luis XVI, corriera la misma suerte tras ser acusado de traición.

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