El príncipe Alexandr Nevski arrebató a Stalin el honor de ser designado el personaje más importante de la historia de Rusia

Según una encuesta virtual y televisiva en la que participaron varios millones de personas, los rusos, que podían elegir entre doce dirigentes políticos, intelectuales, científicos y militares, optaron por Alexandr Nevski, un príncipe que forjó su fama en los campos de batalla siglos antes de la aparición del Estado ruso (siglo XIII), como el ruso más importante de la historia.

"Es una decisión correcta. Los rusos optaron por el único santo de los doce", aseguró Serguéi Mirónov, presidente del Senado y uno de los participantes en el maratón televisivo del canal público de televisión "Rossía". Nevski recibió casi 530.000 votos, seis mil más que Piotr Stolypin, el reformista primer ministro (1906-11) y enemigo acérrimo de los bolcheviques, diez mil más que el dictador soviético (Stalin) y trece mil más que el poeta Alexandr Pushkin, el padre de las letras rusas, informa Efe. La candidatura de Nevski, que recibió su nombre del río que cruza San Petersburgo (Nevá), fue apoyada fervientemente por el metropolita Kiril, máximo dirigente provisional de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR). Nevski, canonizado por la IOR, pactó en su momento con los tártaros (mongoles), lo que impidió que las temibles hordas invasoras asiáticas conquistaran todo el territorio de lo que hoy es conocido como Rusia. Sus mayores victorias las logró frente a los guerreros teutónicos y los suecos, que querían hacerse con el control del lucrativo comercio en el mar Báltico. La imagen heroica del príncipe fue mitificada por la propaganda soviética en la obra maestra del mismo nombre de Serguéi Eisenstein, en lo que ha pasado a la historia como la primera película sonora del cineasta (1938). Fue el propio Stalin quien encargó al director que rodara una película sobre Nevski en vísperas de la Segunda Guerra Mundial para concienciar al pueblo de la necesidad de sacrificarse en defensa del Estado soviético. La encuesta virtual echó a andar en mayo pasado con una amplia lista inicial de 500 personajes históricos. En ella sólo podían figurar personalidades fallecidas, por lo que no se podía incluir al actual líder nacional, Vladímir Putin, el escritor Alexandr Solzhenitsin, fallecido en agosto pasado, o la bailarina Maya Plisétskaya, de 83 años. Primero se hizo una selección de 50 y posteriormente otra de doce nombres, en la que figuraban Nevski, Stolypin, Stalin, Pushkin, Pedro el Grande, Lenin, Suvórov, Alejandro II, Catalina II, Nicolás II, Dostoyevski y Mendeléyev. Fuera de esa lista se quedaron personajes ilustres como Yuri Gagarin, el primer cosmonauta de la historia; el ex presidente ruso Borís Yeltsin o el compositor Piotr Tchaikovsky. En las últimas semanas se celebraron debates en las que doce figuras actuales de la política, la ciencia y el arte rusos defendieron a capa y espada a su candidato preferido. Por ejemplo, el cineasta Nikita Mijalkov apoyó a Stolypin, el líder de los comunistas Guennadi Ziugánov a Lenin, el general veterano de la Segunda Guerra Mundial Valentin Varénnikov a Stalin, y el representante ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, a Dostoyevski. Al igual que en la votación virtual, los doce sabios también eligieron a Nevski como el personaje más importante de la historia de Rusia, aunque empatado a puntos con Pushkin. Según la encuesta virtual, los rusos sienten nostalgia de la Rusia imperial, admiran más a los personajes con poder que a los artistas e intelectuales y echan de menos los tiempos en que el mundo entero temblaba ante el poderío militar de la URSS. En todo caso, los organizadores explican que, en ningún caso, se trata de un referéndum y reconocen que su resultado no tiene un gran valor histórico o sociológico.

 

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