La reina no retrocede

La Reina doña Sofía ha vuelto a ser abucheada en un acto público. Sucedió este lunes, durante la inauguración del nuevo Parador Monasterio de Coria, en Cangas del Narcea. Hay algunos detalles que me han llamado la atención.

En primer lugar, los gritos y los insultos procedían de un centenar de mineros del suroccidente asturiano. Curiosamente, junto a la Reina acudió al acto el ministro de Industria, José Manuel Soria, al que se culpa desde hace meses de la falta de un plan de futuro para el sector del carbón.

El público también abucheó a los primeros invitados que accedieron al recinto: diputados, senadores, alcaldes, miembros de la patronal asturiana... Iban desfilando al complejo y recibían su tanda de invectivas y chuflas.

Los ciudadanos están alborotados, descontentos, indignados. No les gusta lo que ven. Es razonable. Pero quizás la Reina se está llevando reproches que van dirigidos a otros. Porque ¿qué responsabilidad tiene doña Sofía en la difícil situación de la minería en Asturias? Creo que más bien poco.

Es probable que la imputación de Iñaki Urdangarín y la implicación de la Infanta Cristina en el caso Noos esté pasando factura a la Familia Real. Puede ser. Es un hecho bochornoso, indigno y grave.

Sin embargo, no veo a la Reina retrocediendo, escondiéndose, evitando a los ciudadanos. Al contrario. Continúa con su agenda, dejándose ver y saliendo al encuentro de los españoles. El mes pasado se llevó otra pitada en el Auditorio Nacional. Pero la Reina sigue entendiendo que la crítica es legítima. Y la protesta, también.

 

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