Protagonista de una jornada histórica

El primer día de Leonor como princesa de Asturias

Esbozó una enorme sonrisa cuando descubrió a Paloma Rocasolano entre los asistentes al Congreso. Felipe González le besó la mano. Tuvo que subirse a un escalón para saludar desde el balcón

La princesa Leonor. Detrás, la infanta Sofía.
La princesa Leonor. Detrás, la infanta Sofía.

La primogénita de los reyes se convirtió el 19 de junio en princesa de Asturias. Ayer, con motivo de la ceremonia de proclamación de Felipe VI, la que está llamada a ocupar en un futuro el trono de España vivió una jornada histórica.


Una de las protagonistas de este jueves fue, sin lugar a dudas, la princesa de Asturias. La hija de don Felipe y doña Letizia, ataviada con un vestido idéntico al de su hermana Sofía pero en distinto color, se convirtió en testigo de los actos con motivo de la sesión solemne de juramento y proclamación de don Felipe ante las Cortes Generales.

Tanto la princesa de Asturias como la infanta Sofía estuvieron constantemente arropadas por sus familiares, especialmente por la reina Letizia, que se deshizo en gestos de cariño con sus hijas y se encargó de guiarlas personalmente para que ocupasen las posiciones asignadas en los diferentes actos.

Su comportamiento durante el transcurso de la jornada fue ejemplar, teniendo en cuenta que la princesa de Asturias sólo tiene ocho años, y su hermana, siete.

La princesa Leonor pregunta por el fajín

La primera anécdota de la jornada la protagonizó la princesa Leonor con motivo de la ceremonia de imposición del fajín de Capitán General de las Fuerzas Armadas de don Juan Carlos a Felipe VI, celebrada en el Salón de Columnas del Palacio de La Zarzuela.

La hija mayor de los reyes, situada en fila junto a su madre, su hermana, doña Sofía, la infanta Elena y Froilán, no dudó en tirar de la manga del traje que llevaba la reina Letizia para preguntar por un detalle del fajín de jefe supremo de los Ejércitos que le había llamado poderosamente la atención, mientras apuntaba con el dedo a la escena protagonizada por el rey y Felipe.

Una vez finalizado este acto, la familia real salió de La Zarzuela para subir a un vehículo en dirección al Congreso de los Diputados. La princesa Leonor, bastante inquieta, apoyó su cara en las manos de su padre, que le correspondió con una caricia. Doña Letizia, una vez más, se encargó de acompañar a sus hijas al interior de un coche cubierto minutos antes de iniciar el trayecto al escenario de la proclamación.

Por motivos de seguridad, la heredera y el rey Felipe deben viajar en vehículos diferentes.

Ceremonia de proclamación. Sonríe al descubrir entre el público a su abuela

 

Ya en el interior del hemiciclo, y tras dedicar un tímido saludo a los ciudadanos que se habían desplazado a las inmediaciones del Congreso, la princesa Leonor y la infanta Sofía ocuparon un asiento central en el escenario junto a sus padres. Los minutos previos a que diese comienzo el acto, las hijas de los reyes miraron asombradas a los cientos de asistentes a la ceremonia.

Fue en ese momento cuando, al dirigir la mirada a la tribuna de invitados, Leonor y Sofía descubrieron a su abuela materna. La princesa de Asturias esbozó una enorme sonrisa mientras saludaba enérgicamente a Paloma Rocasolano, que guardó un discreto segundo plano durante el transcurso del acto.

El otro momento de alegría protagonizado por la heredera y su hermana fue con motivo del aplauso a la reina Sofía, en el que participaron entusiasmadas junto al resto de la familia y autoridades invitadas.

El beso de Felipe González

El besamanos posterior a la proclamación en el Congreso fue otro de los momentos memorables de la jornada. La princesa Leonor estrechó la mano a las autoridades, que se deshicieron en gestos de cariño con ella.

La reina Letizia les fue presentando a sus hijas, uno a uno, a los asistentes a este encuentro. El ex presidente del Ejecutivo Felipe González saludó a la primogénita de los príncipes con un beso en la mano, un gesto ante el que Leonor no pudo evitar reír. Artur Mas fue otro de los invitados que más cariñoso se mostró con la princesa de Asturias.

Leonor manifestó una gran curiosidad ante el desfile posterior a la proclamación en honor a los nuevos reyes, y se colocó de puntillas para ver pasar a los militares. 

Saludo desde el balcón

El momento cumbre de la ceremonia de proclamación de Felipe VI llegó cuando los soberanos, acompañados por sus hijas, don Juan Carlos y doña Sofía, saludaron desde el balcón central del Palacio Real a los ciudadanos que se habían desplazado a la Plaza de Oriente.

La princesa Leonor y su hermana mostraron evidentes síntomas de cansancio. La infanta Sofía bostezó en alguna ocasión y tuvo que taparse los ojos con la mano para protegerse del sol. Las hijas de los príncipes, debido a su escasa altura, tuvieron que subirse a un pequeño escalón para asomarse desde la balaustrada a la plaza.

La princesa permaneció durante el saludo al lado de su padre, cumpliendo el protocolo que estipula que debe ocupar la posición continua a la de Felipe VI debido a su condición de futura reina, hoy en día la heredera al trono más joven de Europa.


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