Los restos mortales de los últimos representantes de la corona Yugoslava descansan ya en el mausoleo de la familia real de los Karadjordjevic

Tras 72 años en el exilio, los restos mortales de Pedro II, último rey de Yugoslavia, y de su familia más próxima recibieron sepultura en el mausoleo de la familia real. Tras un solemne funeral de Estado, los cuatro miembros de la familia Karadjordjevic ya descansan junto al resto de sus antepasados en la cripta de la iglesia de San Jorge, situada en la actual Serbia.

Los restos de Pedro II de Yugoslavia recibieron sepultura en el mausoleo junto a su esposa, la reina Alejandra, prima de doña Sofía, la reina María, madre del rey, y Andrés, hermano menor del monarca.

El mausoleo de Oplenac, situado en la iglesia de San Jorge está situada a menos de cien kilómetros de Belgrado. En esa misma iglesia fue celebrada la misa por los difuntos, oficiada por el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Serbia, Irinej.

A la ceremonia, en la que estuvieron expuestos los cuatro féretros cubiertos por banderas serbias, asistieron los máximos cargos estatales serbios y representantes del Ejército, la familia real, jerarcas religiosos y numerosos invitados de diversos países.

En el féretro de Pedro II se colocaron, además, las insignias reales, la corona, el cetro y un sable, mientras que la diadema real se puso en el de su madre, en lugar que en la de su esposa, Alejandra.

Entre los representantes de casas reales internacionales se encontraban miembros de las casas de Grecia, Bulgaria, Rumania, Inglaterra, Japón, Jordania, Kuwait y Liechtenstein.

No tuvo representación, sin embargo, la española, quien no envió a la reina Sofía, prima de la reina Alejandra y cuya ausencia ha sido criticada por personas de su entorno.

 

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