En el viaje de presentación a Francia

El lado desconocido de la actividad de la reina Letizia en París

No bebió en el brindis, dejó el bolso encima de la mesa, se le notó incómoda por la dificultad del idioma

La reina Letizia.
La reina Letizia.

Los reyes viajaron a Francia el martes, en una visita oficial que ha puesto fin a la primera parte de la gira de presentación como soberanos. Durante su encuentro en París con el presidente François Hollande, doña Letizia incurrió en algún desliz de protocolo y hasta se sintió un poco incómoda en determinados momentos.


La visita de don Felipe y doña Letizia comenzó en el Palacio del Elíseo, donde los reyes debían reunirse con Hollande tras tomar tierra en el aeropuerto de Orly.

Al llegar a la sede de la Presidencia de la República, la reina protagonizó un primer momento de confusión, al no saber exactamente en qué lugar situarse durante el posado, un hecho que podría ser justificado en la falta de explicación y eficacia del protocolo francés.

Además, doña Letizia se mostraba aparentemente insegura desde el momento en que bajó del coche que le llevó hasta el Elíseo. La reina se apoyaba en el brazo de don Felipe también para no tropezar en el camino hacia las escaleras principales del edificio.

Tres momentos

Ya en el interior del Palacio del Elíseo, la reina protagonizó otros tres momentos bastante llamativos.

El primero, durante la reunión con Hollande previa al almuerzo ofrecido en honor a los reyes. Doña Letizia posó seria, incluso con muestras de cierta incomodidad al no poder intervenir en los comentarios que realizaba el presidente y su esposo por la dificultad del idioma: la reina no habla francés, mientras que el rey Felipe se defiende con soltura en esta lengua.

El bolso sobre la mesa

El segundo momento destacado se produjo durante la celebración del almuerzo de honor.

Al entrar en la sala, doña Letizia colocó encima de la mesa su bolso, una cartera de tamaño mediano. Un fallo de etiqueta, puesto que no corresponde depositar en una mesa objetos de uso persona, que la reina podía haber entregado antes a algunos de los ayudantes, que se hagan cargo de ese complemento mientras asistía al almuerzo.

 

Finalmente, tampoco esa vez bebió tras el brindis, aunque se trata de un hecho habitual en doña Letizia cuando asiste a actos oficiales. Como ya contó Monarquía Confidencial, a la reina no le gusta tomar alcohol en público.

Críticas al estilismo

Su estilismo durante la visita a París ha sido alabado y criticado a partes iguales. Varios medios de comunicación y expertos en moda han aplaudido el vestuario escogido por la reina en ese viaje oficial. Sin embargo, no todos los comentarios han sido positivos.

María Fidalgo Casares, doctora en Historia por la Universidad de Sevilla, destacaba en la publicación Mundiario lo que considera errores de protocolo cometidos por doña Letizia, entre ellos, su estilismo.

Fidalgo asegura que el vestuario que lució no resultaba apropiado: demasiado ceñido en la zona del busto, utilización de una falda muy corta.

También critica que doña Letizia prescindiese de medias en esta ocasión, y que calzase sandalias, una prenda en general mal aceptada desde el punto de vista protocolario.

Otros periódicos españoles han destacado el peinado, según sus propias palabras “algo descuidado”.  


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