Registros de bolsos, aperturas de maleteros e inspecciones de los bajos de los coches: las intensas medidas de seguridad de la Clínica Quirón durante la estancia del rey

La estancia del rey durante la pasada semana en la Clínica Quirón revolucionó los sistemas de seguridad del complejo médico. Los pacientes del hospital, que nada tenían que ver con dicha intervención, tuvieron que someterse a su entrada y salida del centro a los completos métodos llevados a cabo por la Guardia Real y por los dispositivos de Policía Nacional destinados en la zona.

Algunos de los pacientes que a lo largo de la semana tenían citas médicas en la Clínica madrileña han explicado a Monarquía Confidencial los minuciosos controles de seguridad que tuvieron que pasar para poder acceder al edificio.

Según detallaban estas personas, en cada acceso al hospital había al menos un Guardia Real cuyo objetivo era controlar que no se produjeran incidentes de ningún tipo que pudieran enturbiar el ambiente tranquilo de la clínica. Uno de los colectivos que acaparaban su atención era el compuesto por las decenas de periodistas apostados a las puertas de Quirón de forma casi permanente a lo largo de la estancia del rey.

En las puertas de acceso para vehículos los controles se intensificaban. La Policía Nacional obligaba a todos los pacientes o familiares que accedieran en su coche a pasar un estricto control como requisito previo a acceder al aparcamiento privado del centro.

Ente control se hacía extensible a los taxistas, quienes con frecuencia, son los encargados de conducir a algunos pacientes hasta el Hospital.

Aunque uno de los principales impedimentos de las Fuerzas de Seguridad era impedir el acceso de vehículos hasta la puerta principal, con insistencia, algunos conductores pudieron acceder, tras pasar el control determinado.

Este sistema de seguridad consistía en:

--Registro de bolsos o bolsas de mano de aspecto supuestamente sospechoso.

--Registro de los maleteros de los vehículos con el fin de evitar la introducción dentro de las instalaciones de cámaras u objetos que pudieran violar la intimidad de don Juan Carlos.

--Control anti explosivos en la parte baja de los vehículos con unos aparatos especiales detectores de este tipo de sustancias.

 

Este control iba acompañado de un breve cuestionario oral acerca del objetivo de la visita al centro y su calidad como asistente (paciente o familiar, dejar o recoger).

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