El cuadro de la familia real de Antonio López no se expondrá ni en el Prado, ni en el Thyssen, ni en el Reina Sofía. Ninguno ha solicitado a Patrimonio Nacional exhibirlo

El cuadro que Antonio López está pintando a la familia real aún no tiene determinada una ubicación fija. Aunque podría pasar a engrosar las listas de obras de arte de las que disfruta la familia real en la intimidad de sus dependencias, existe la posibilidad de que se exponga en algún sitio abierto al público.

No obstante, fuentes de los tres museos han afirmado a Monarquía Confidencial que no han solicitado todavía autorización a Patrimonio Nacional, propietaria del cuadro, para exponerla en alguna de sus salas.

El retrato mide más de nueve metros cuadrados (300 cm de alto x 340 cm de ancho). Está realizado mediante técnica mixta sobre lienzo, con predominio del óleo. Es un cuadro sin marco y en el que aparecen retratados los reyes, las infantas Elena y Cristina y el príncipe Felipe.

Para su realización, Antonio López les convocó el primer día para un posado en persona. Durante esa primera toma de contacto, se realizó una sesión fotográfica de los miembros de la familia real para que el artista continuase sin necesidad de más posados.

Antonio López es un artista que provoca largas colas y listas de espera interminables para ver sus exposiciones. Se prevé que esta nueva obra suscite el mismo interés que el resto de sus colecciones.

 

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