La infanta Sofía acapara la atención de la reina Letizia durante el 12-O en ausencia de la princesa Leonor
Los ‘vivas al rey’ se han mezclado con los abucheos a Pedro Sánchez al comienzo y al final del desfile de la Fiesta Nacional
A la llegada sobre las 10:30 horas del jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, seguido del jefe del Estado, Felipe VI, el público ha empezado a pedir la dimisión del primero mientras aplaudía la presencia del segundo.
El rey y el presidente llegaban sobre la misma hora en coches separados a pocos metros de distancia. El Escuadrón de lanceros escoltaba al Rolls Royce del monarca, distanciando ambas comitivas y dando tiempo a las autoridades a recibir primero a Pedro Sánchez. A la llegada del presidente, desde el público se oyeron pitidos, gritos de dimisión, e incluso frases como ‘Sánchez ocupa’. A los pocos minutos, con la llegada del rey, esos gritos se transformaron en ‘vivas’ a Su Majestad y aplausos.
Este gesto, de rechazo hacia el presidente y de vítores hacia el monarca, se repetía durante toda la ceremonia. Durante el saludo a las autoridades, ministros, presidentes autonómicos y representantes de las instituciones del Estado, los pitidos se mezclaban e incluso superaban a los ‘viva España’ y ‘viva el rey’ que el público gritaba al aire.
“Ha caído perfecto”
Tras esto, el descenso de la bandera por la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire, toda la Familia Real miraba al cielo, esperando en vilo el aterrizaje del paracaidista que portaba la rojigualda.
El año pasado, un fallo de cálculo hizo que el militar del Ejército del Aire se estrellara contra una farola. Con eso en mente y con la vista alzada, presenciaron cómo la bandera de España caía en el centro de la Castellana, realizando un aterrizaje perfecto. El rey, que era testigo de esta gesta a pocos metros, hizo un gesto con la mano diciendo que había caído perfecto. Todas las autoridades aplaudieron el salto.
