Las reinas protagonizan los momentos más emotivos de los Premios Princesa de Asturias
Doña Letizia se mostró especialmente conmovida con las gaitas que interpretaron el himno del Principado. Doña Sofía se llevó la ovacion mas espontánea de la gala
La ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2015 estuvo presidida por los reyes Felipe y Letizia y contó con la presencia de la reina Sofía, que siguió la gala desde el palco de honor del Teatro Campoamor. El discurso Felipe VI abundó en mensajes en favor de la educación y por la unidad y concordia de los españoles, pero fueron las reinas quienes dejaron los momentos más emotivos del acto.
Como en otras ocasiones, la presencia de doña Sofía no estaba anunciada en la agenda oficial, ya que no es un acto oficial de la reina emérita, sino tan sólo de los reyes. Finalmente, viajó hasta Oviedo para acompañar a su hijo el rey Felipe y a la reina Letizia, después de regresar a España del viaje que hizo a Nueva York para recoger un premio.
La aparición de la reina Sofía en el palco ya provocó un sonor aplauso en todo el teatro. Como en otras ocasiones, se situó en un palco de honor, a la derecha del escenario mirando desde el patio de butacas, en un lugar donde colgaba un dosel con el escudo de España.
Uno de los momentos más emotivos de la gala se produjo durante el discurso del presidente de la Fundación. Matías Rodríguez Inciarte fue el primero en intervenir en la gala y aprovechó para “destacar la presencia de Su Majestad la reina doña Sofía”. De inmediato, y de forma espontánea, un sonora ovación de aplausos ahogó las palabras del interviniente para reconocer el papel de la reina Sofía, que ante el prolongado aplauso se levantó de su asiento para saludar y dar las gracias.
Fue un momento que recordó mucho al que ocurrió en el hemiciclo del Congreso el 19 de junio de 2014. Durante su discurso de proclamación como rey de España, Felipe VI mencionó a su madre y de inmediato una salva de aplausos le obligó a interrumpir su discurso.
El otro detalle fuera de los discursos y el protocolo que llamó la atención lo protagonizó la reina Letizia. Ocurrió al final del acto, cuando todo el auditorio se puso en pie para escuchar el himno del Principado de Asturias. Al sonido de las gaitas tocar el “Asturias patria querida” se pudo ver a doña Letizia (por cierto, asturiana) emocionarse, cerrar los ojos e inclinar la cabeza con una sonrisa, mientras a su lado el rey Felipe seguía los acordes más serio.
Las referencias a la princesa Leonor
Esta ha sido la segunda edición de estos premios a los que ha acudido el rey de España y no el príncipe -en este caso princesa- de Asturias. Leonor ya es presidenta de honor de la fundación y los galardones llevan su nombre, pero todavía el rey no ha considerado que deba acudir a este acto oficial.
Sin embargo, hubo varias menciones y referencias a la heredera de la Corona. Felipe VI en su discurso afirmó que “los Premios se disponen ahora, con el nombre de la Princesa de Asturias, nuestra hija Leonor, a apoyar con su impulso la nueva etapa queya hemos iniciado”.
Por su parte, Matías Rodríguez Inciarte incidió en esa idea de que en los próximos años, con Leonor como presidenta ya cuando tenga más edad, la fundación pueda tomar un nuevo impulso y ampliar sus objetivos. “Recordamos en esta tarde a la princesa de Asturias, a quien rogamos que trasladéis nuestro afecto”, dijo Rodríguez Inciarte dirigiéndose al rey Felipe.
La gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2015 dejo otros muchos detalles destacables. Desde mucho antes del comienzo del acto, cientos de personas esperaban a los lados de la calle el paso de los coches de los reyes y de los premiados con banderas de España y de Asturias. Grupos de gaiteros amenizaban la recepción de los invitados ante el Teatro Campoamor.
La comitiva de seguridad de los coches que recorrieron la escasa distancia que hay desde el Hotel Reconquista hasta el teatro circuló a un paso más lento que otros años, con miembros de la escolta andando a los lados. De esta forma, los ovetenses pudieron ver perfectamente al rey Felipe y a la reina Letizia, también a doña Sofía, saludar desde el coche.
La corbata azul del rey
Para esta ocasión, el rey Felipe vistió un traje de chaqueta azul oscuro y una corbata en un tono más claro, muy parecido al azul propio de los Premios Princesa de Asturias. También azul pero más intenso era el traje de chaqueta que lució la reina Sofía, que acompañó de un bolso de mano y un vistoso collar de perlas.
Por su parte, doña Letizia optó por lucir un vestido sin mangas, ajustado a la cintura y con falda de volantes en tonos negro, gris y blanco. También llevaba zapatos negros de tacón alto, un bolso negro de mano, collar y pendientes de perlas. Además, volvió a cambiar de peinado: se recogió la melena corta en un recogido bajo, denominado “moño español”.
Entre el público que asistió al evento, además de personalidades políticas, empresarios, representantes de la cultura y los medios de comunicación, se pudo ver a la madre de la reina Letizia, Paloma Rocasolano, quien por cierto aplaudió de forma efusiva a la reina Sofía e incluso se la pudo ver lanzarle piropos como “¡guapa!”. También llamó la atención la presencia del duque de Alba.
Un detalle que provocó numerosos comentarios fue que, aparentemente, el rey Felipe pronunció su discurso (que se prolongó durante más de 20 minutos) sin leer las hojas que tenía en el atril. Apenas miró sus papeles tres o cuatro veces. Sin embargo, se podía ver las pantallas transparentes del teleprompter. Don Felipe utilizó por primera vez este sistema -que se hizo famoso sobre todo con Barack Obama- en Buenos Aires, en la designación de los Juegos Olímpicos que perdió Madrid, y lo hizo con tal naturalidad y soltura que se ganó muchos elogios. Tras ese acto, lo ha utilizado en Oviedo ya en tres ediciones de los premios.
Don Felipe clausuró el acto anunciando que “quedan convocado los Premios Princesa de Asturias 2016”. Mientras salía con la reina Letizia por el pasillo central hubo tiempo para otro detalle: la reina Sofía sonriendo visiblemente y buscando con la mirada a su hijo.