Primera visita del rey a Cataluña tras el 1-O sin acoso independentista

Desde que se elevó la tensión en Cataluña por el proceso independentista, cada visita del rey a esta comunidad autónoma se ha analizado al detalle y se ha visto como una forma de Felipe VI se reafirmarse como jefe del Estado también de Cataluña.

Aunque solía concitar la protesta de la CUP y los independentistas más radicales, no fue hasta después del referéndum del 1-O y del discurso del rey el 3 de octubre llamando a garantizar el orden constitucional en Cataluña cuando el secesionismo, de forma ya más general, ha marcado a don Felipe como uno de sus enemigos principales.

De esta forma, cada acto oficial al que el monarca ha acudido este año en Cataluña ha atraído a un número mayor o menor de independentistas decididos a mostrar su rechazo a la presencia del rey de España, con el lema de que “els catalans no tenim rei” (“Los catalanes no tenemos rey”), sino que ya son una república.

Este lunes 17 de septiembre, sin embargo, Felipe VI no se encontró con ningún recibimiento hostil en su visita a L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Es cierto que el Govern de Quim Torra no envió a ningún consejero ni otro alto cargo para recibir al jefe del Estado, como suelen hacer los gobiernos autonómicos en cada comunidad que visita el rey. Sí acudieron la delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, y la alcaldesa de L’Hospitalet, Nuria Marín.

Pero este “vacío” institucional por parte del Govern de la Generalitatno se vio acompañado de protestas en las calles. Esta última visita de don Felipe no activó a los independentistas más radicales agrupados en los Comités de Defensa de la República, por lo que no hubo concentraciones a las puertas del recinto de la feria internacional del gas Gastech, ni otras muestras de rechazo.

Las seis visitas anteriores

Esta ausencia de movilizaciones antimonárquicas llama la atención porque es el primer acto “tranquilo” de Felipe VI en Cataluña desde el referéndum y la declaración de independencia del pasado octubre.

-- Mobile World Congress: la primera visita tras el otoño fue en febrero. El rey acudió a la cena de inauguración del Mobile World Congress de Barcelona. Varios cientos de independentistas trataron de acercarse al Palau de la Música, pusieron música a todo volumen y se enfrentaron con los Mossos d’Esquadra, que tuvieron que cargar en numerosas ocasiones y detuvieron a una persona.

-- Entrega de despachos en la Escuela Judicial: Felipe VI volvió en abril. Unas quinientas personas se concentraron contra su visita. Los Mossos prepararon un despliegue sin precedentes por temor a altercados graves. Los concentrados quemaron retratos del rey, pero no hubo más incidentes que la detención de una persona que llevaba una pistola eléctrica.

-- Juegos Mediterráneos de Tarragona: en junio, la presencia de don Felipe para presidir la ceremonia de inauguración de los Juegos Mediterráneos en Tarragona atrajo a unos pocos independentistas, pero también a monárquicos y simpatizantes de Vox que trataron de hacer de contrapeso.

-- Premios Princesa de Girona: los galardones que llevan por nombre este título de la heredera de la Corona tuvieron que trasladar este año su gala de entrega fuera de la ciudad de Gerona. El ayuntamiento se negó a ceder el auditorio municipal. Y los CDR se organizaron para tratar de boicotear el acto, cortando carreteras junto a Mas Marroch del Celler de Can Roca, en Vilablareix.

-- Homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils: tras la exhibición de fuerza de la manifestación de agosto de 2017 -pitada, exhibición de esteladas, insultos...-, el independentismo más radical volvió a movilizarse este verano contra la llegada del rey para participar en el homenaje a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017. Desplegaron una pancarta en la Plaza de Cataluña, los CDR se enfrentaron con manifestantes monárquicos...