El presidente de Israel invita al rey a que haga un viaje por el país
Don Felipe aprovechó la asistencia al funeral por Simón Peres para reunirse con el actual jefe de Estado, Reuven Rivlin
A Felipe VI se le acumulan las invitaciones para realizar visitas de Estado a otros países. Si en la ONU el presidente de Portugal le reiteró su esperanza de que pronto pueda volver al país vecino, la asistencia al funeral y entierro de Simón Peres ha conllevado que haya recibido el ofrecimiento para recorrer de nuevo el Estado de Israel.
Don Felipe decidió viajar a Israel para asistir, con otros muchos jefes de Estado, a las exequias fúnebres por Simón Peres, que fue presidente israelí y además contribuyó de forma decisiva a los primeros acuerdos de paz entre palestinos e israelíes.
Antes de llegar al cementerio del Monte Herzl, el rey comenzó su breve viaje a Israel visitando al actual presidente del Estado, Reuven Rivlin, en su residencia de Jerusalén. Durante el encuentro de ambos jefes de Estado hablaron de las relaciones bilaterales entre España e Israel y de asuntos concretos como la concesión de la nacionalidad española a los sefardíes como descendientes de los judíos expulsados de España en 1492, algo que don Felipe celebró en su momento con un acto solemne en el Palacio Real.
Invitación para realizar una visita a Israel
Pero, además, la reunión entre el rey y el presidente de Israel sirvió para que ambos se invitaran mutuamente a visitar sus respectivos países, ya que este viaje de don Felipe apenas ha sido de unas horas sólo para ir al funeral de Peres.
De esta forma, la casa real tiene una nueva invitación encima de la mesa para otro viaje de Felipe VI fuera de España: el rey ya tiene pendiente cumplir con las visitas de Estado canceladas a Reino Unido y a Japón y Corea del Sur, y del presidente de la República de Portugal también ha recibido en varias ocasiones la misma invitación.
Como ya contó Monarquía Confidencial, Juan Carlos I sólo realizó una visita de Estado a Israel durante sus cuatro décadas de reinado. Fue en el año 1993, el mismo en que se firmaron los Acuerdos de Oslo en los que el fallecido Simón Peres tuvo una importante participación.
A la inversa, las visitas de los presidentes de Israel a España han sido más frecuentes y recientes. En 2005 Moshe Katsav hizo un viaje oficial a nuestro país en el que se reunió con el rey Juan Carlos y almorzó con los reyes y los entonces príncipes Felipe y Letizia.
El propio Simón Peres visitó España en 2011, poco antes de la gira de los príncipes por Oriente Medio que incluyó parada en Israel. Y anteriormente, el presidente Chaim Herzog estuvo en 1989 y en 1992.
Saludó a Obama, Hollande, el príncipe Carlos...
Después de esa reunión bilateral con el actual presidente de Israel, Reuven Rivlin, el rey Felipe acudió con el resto de mandatarios extranjeros a los actos por el funeral y entierro de Simón Peres en el Monte Herzl.
Durante las exequias, por razones de protocolo Felipe VI ocupó uno de los lugares preferentes, cerca del presidente Rivlin y del primer ministro Benjamin Netanyahu, al que saludó. Estuvo en la misma fila, durante uno de los actos, que Barack Obama, con el que también intercambió saludos.
El rey estuvo acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y con él estuvo charlando, por ejemplo, con el presidente francés François Hollande y el ex presidente Nicolas Sarkozy.
También saludó al ex presidente estadounidense Bill Clinton y al primer ministro belga, Charles Michel, al presidente de México, Enrique Peña Nieto. Don Felipe tuvo oportunidad de charlar con el primer ministro de Italia, Matteo Renzi.
Felipe VI no era el único representante de una casa real en las exequias en Israel. Coincidió con el gran duque Enrique de Luxemburgo y ambos se saludaron muy efusivamente y sonriendo de forma ostentosa. Y con el príncipe Carlos de Inglaterra, que se sentó cerca de él, también tuvo unos momentos de conversación.
La comentada gran altura del rey
El rey acudió a los actos fúnebres con corbata negra y como muchos otros invitados, con una kipá negra, un casquete redondo utilizado por el judaísmo para algunos actos religiosos. Por cierto que algunos de los presentes vieron cómo se le caía la kipá a Felipe VI: el primer ministro holandés, Mark Rutte, que se sentaba detrás lo recogió y se lo entregó con una sonrisa.
Cabe señalar que muchos israelíes que seguían el funeral por televisión se sorprendieron por la presencia del rey de España, al que no reconocían. La mayoría destacaban su gran altura, e incluso hacían bromas con la posibilidad de que fuera jugador de baloncesto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sin embargo, sí que citó expresamente a don Felipe: en sus palabras sólo hizo menció expresa a Barack Obama, Bill Clinton, al príncipe Carlos de Inglaterra, al gran duque Enrique de Luxemburgo y al rey de España.