El Palacio de Marivent recibe más de cien mil visitas al año

Los jardines de Marivent se abrieron al público por primera vez el 2 de mayo de 2017 y desde entonces se han registrado cifras sorprendentes de turistas. Hasta cien mil personas se acercan hasta el palacio para observar los rincones donde descansan la Familia Real cuando se desplaza a la isla.  Se permite el acceso libre a los jardines durante todo el año, exceptuando quince días coincidiendo con la Semana Santa y entre el 15 de julio y el 15 de septiembre. 

Los jardines públicos de Marivent ocupan una superficie total de 9.155 metros cuadrados y destacan por su valor botánico, cultural, histórico y simbólico. El espacio constituye un ejemplo de jardín mediterráneo con un total de cuarenta especies vegetales diferentes, la mayoría autóctonas.

Los visitantes pueden seguir diferentes recorridos a pie por caminos habilitados.

Mantenimiento exquisito

El mantenimiento que necesitan los jardines de Marivent es exquisito y semanal. Un cuidado que depende directamente del gobierno balear y donde no intercede Patrimonio Nacional. Aunque según fuentes consultadas por Monarquía Confidencial, Patrimonio tiene un jardín anejo al resto. 

La familia Miró tuvo la iniciativa de ceder estas obras al Govern de las Islas Baleares para que otorguen un valor añadido a la visita de los jardines, y de esta manera, también se pusiera de manifiesto el vínculo de la obra de Joan Miró con el barrio de Cala Major, en Palma, que el mismo artista escogió para vivir y trabajar, y también la enorme tradición cultural y artística que rodea el Palacio de Marivent.

Un paseo por los jardines

En medio del manto verde formado por más de 40 especies vegetales autóctonas en su gran mayoría se pueden encontrar 12 esculturas de bronce creadas entre 1969 y 1981 por Joan Miró que fueron cedidas por la familia del artista para su instalación en los jardines.

Cuentan con una estructura formada por parterres ordenados de forma geométrica, pero no son uno de los lugares a los que merezca la pena acudir expresamente, sino que se podría hacer una pequeña visita en el caso de que los turistas se encuentren de paso por la zona.

Semana Santa atípica después de 27 años 

Este año, las vacaciones de Semana Santa de los miembros de la Familia Real han tomado rumbos diferentes. Don Felipe y Doña Letizia decidían quedarse en Madrid junto a sus hijas, aprovechando la vuelta por unos días de la princesa Leonor para acudir a un centro de acogida en Madrid donde se encuentran hospedados varios refugiados ucranianos. 

Por otra parte, la reina Doña Sofía, se desplazaba a Mallorca, junto a su hermana Irene de Grecia a pasar unos días. Eso sí, no acudió a la Misa de Pascua. Todos ellos sin saber que días después se filtraría una foto de don Juan Carlos con sus hijas y varios de sus nietos. Foto que eclipsó la visita de los reyes con sus hijas al centro de pozuelo y que, según fuentes consultadas por Monarquía Confidencial, "manchó" una vez más la imagen de la monarquía española.