Felipe VI retoma sus encuentros internacionales tras estar aislado por covid
Se reunirá con el presidente de Serbia. Durante la cuarentena tuvo que sustituir la entrevista presencial con el jefe de Estado de Bosnia por una videoconferencia
El pasado 9 de febrero, Felipe VI tenía planificado en su agenda oficial un encuentro con el presidente de Bosnia y Herzegovina, Sr. Željko Komšić. Debido a su repentino contagio por covid, el rey se vio obligado a cancelar toda su agenda hasta que terminar su confinamiento, incluido el encuentro con Komšić, con quien no llegó a verse.
Tras doce días de aislamiento por dar en una segunda ocasión positivo, Felipe VI se reunirá con el Presidente de la República de Serbia, Aleksandar Vučić, que realizará una vista de trabajo a España.
Ambos mantendrán una conversación en el Palacio de la Zarzuela en la que uno de los temas a tratar, además de las relaciones políticas que unen a ambos países, será la crisis con Rusia. Una situación que sigue manteniendo alerta a la Unión Europea y Estados Unidos.
Posteriormente, don Felipe ofrecerá un almuerzo en honor del jefe de gobierno serbio. Aleksandar Vučić es Presidente de la República de Serbia desde el 31 de mayo de 2017. Anteriormente, entre 2014 y 2017, ejerció de presidente del Gobierno. Es también presidente del Partido Progresista Serbio (SNS).
No habrá encuentro con Pedro Sánchez
Según fuentes consultadas por Monarquía Confidencial, no habrá encuentro entre los jefes de gobierno. En esta visita no está previsto que acuda Pedro Sánchez a la reunión, ni al posterior almuerzo.
Pedro Sánchez y Vučić ya han coincidido anteriormente. Sánchez, en representación de España, se reunió - telepáticamente en mayo de 2020- en una cumbre con Kosovo que solicitaba su independencia. En ella, Pedro Sánchez impuso ciertas condiciones como: rotular las intervenciones de los jefes de Estado y de Gobierno únicamente con el nombre propio y el apellido, sin indicar el cargo, fondo neutro y uniforme, sin ningún tipo de banderas o símbolos nacionales.
En este sentido, se produjo una tensión que llevó a Sánchez a no cambiar su postura con respecto a esta “separación”, que dos años después se sigue manteniendo.
