Son efectivos de Zarzuela y policías nacionales

Así se mueven los discretos agentes de seguridad que protegen a la infanta Cristina en Palma

Varios escoltas viajaron en su avión, otros la recogieron en la zona VIP del aeropuerto. Un coche “barrió” el recorrido y otro vigiló que no les siguieran vehículos sospechosos

Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón llegan al juicio del ‘Caso Nóos’en 2016.
Iñaki Urdangarín y Cristina de Borbón llegan al juicio del ‘Caso Nóos’.

La vista oral del juicio del ‘Caso Nóos’ comenzó en medio de una gran expectación por la presencia de Iñaki Urdangarín y, sobre todo, de la infanta Cristina entre los acusados. Un fuerte despliegue policial rodea el edificio donde tienen lugar las sesiones, pero en el dispositivo también participan agentes de seguridad asignados a la Casa del Rey.

Monarquía Confidencial ya contó que la Policía Nacional preparaba un despliegue de distintas unidades para ‘blindar’ la sede de la Escuela Balear de Administración Pública, en un polígono a las afueras de Palma de Mallorca.

Decenas de antidisturbios de las Unidades de Intervención Policial (UIP), incluidos algunos llegados de la Península, efectivos especializados en revisar alcantarillas de la Unidad de Subsuelo y guías caninos son algunos de los recursos humanos que la Delegación del Gobierno en Baleares ha desplegado para garantizar la seguridad en torno al juicio del ‘Caso Nóos’.

A todos estos efectivos hay que sumar más agentes, pero en este caso pertenecientes al servicio de seguridad de la Casa del Rey, que hacen labores de escolta de la infanta Cristina.

Protección desde el avión hasta los juzgados

MC ha podido contactar con fuentes del colectivo de escoltas, que explican cómo funciona el dispositivo de seguridad que protege a autoridades como la infanta. Algunos detalles han sido omitidos por considerarse demasiado comprometidos.

Normalmente son tres los guardaespaldas que acompañan a Cristina de Borbón, a diario, pero la seguridad se refuerza en casos especiales como este viaje a Palma de Mallorca y el trasiego de traslados hasta y desde la Audiencia de Palma.

Aunque viajó a Palma de Mallorca en un vuelo comercial, la hermana de Felipe VI también tuvo que ir acompañada de miembros de la seguridad de Zarzuela. Habrían sido al menos dos escoltas los que la acompañaron en el vuelo, de acuerdo con las fuentes consultadas.

Tal y como se quejaron algunos viajeros, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín habrían salido del aeropuerto de Son Sant Juan por la zona VIP. No se trata de un privilegio, explican escoltas consultados por Monarquía Confidencial, sino de una medida de seguridad. Personas protegidas como la hermana de Felipe VI salen en primer lugar del aparato, si viajan en vuelo comercial, y salen por un lugar distinto donde les esperan otros agentes de seguridad.

El camino desde donde se alojan hasta el edificio del polígono Son Rossinyol también tuvo que ser cuidadosamente vigilado. Cuando la infanta y Urdangarín llegaron en coche ante el edificio de los juzgados, se pudo ver que justo detrás paraba otro vehículo.

Vigilancia en el recorrido en coche

Fuentes de seguridad consultadas explican que en el coche en el que viajaban la hermana del rey y su marido debían ir varios escoltas, pero en el coche de detrás, al menos otros tres. El cometido de este vehículo de apoyo, también ocupado por miembros de la seguridad de la Casa del Rey, es ir vigilando que ningún otro vehículo siga a la infanta.

 

De hecho, estos agentes del dispositivo de seguridad que protegen a la infanta pueden comprobar en el momento la matrícula de cualquier vehículo que consideren sospechoso. Si, por ejemplo, reciben como respuesta que es un coche alquilado pocos días antes, pero no conocen bien la identidad de la persona que lo haya alquilado, pueden interceptar u ordenar a otras patrullas que lo intercepten para comprobar que no es una amenaza para la seguridad de la hija de Juan Carlos I.

Además, abriendo paso al coche de la infanta tiene que ir otro vehículo, que hace un “barrido” del recorrido para comprobar que no hay amenazas en el camino: en este caso, hasta y desde la sala de los juzgados de Palma hasta donde se alojen Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín.

A todo ello se suman más efectivos: parte de un despliegue “que no se ve”, aún más discreto que este dispositivo que ya de por sí trata de pasar desapercibido. Se trata de los policías dedicados a contravigilancia, tanto vestidos de uniforme como de paisano, que están apostados a lo largo del recorrido para vigilar cualquier movimiento fuera de lo habitual.

Hay que tener en cuenta que en este juicio era previsible que grupos radicales pudieran intentar llevar a cabo alguna acción de protesta, que consecuentemente podría poner en riesgo la seguridad de la infanta. Por eso se ha puesto especial celo en esas labores de información y contravigilancia para estar al tanto de movimientos extremistas.

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