Un desfile sin desfile, pero con la presencia del Rey

Don Felipe y Doña Letizia presiden, en la Plaza de la Lealtad de Madrid, un homenaje a los que dieron su vida por España como acto central del Día de las Fuerzas Armadas. Fuentes próximas a la organización del acto explican a Monarquía Confidencial que las medidas sanitarias ante la pandemia han obligado, un año más, a suprimir el desfile.

En cuanto al significado del acto, dichas fuentes indican que "es un reconocimiento a los que han hecho el máximo sacrificio, entregar su vida, por la unidad y la libertad de España. Esa llama perpetua significa eso. En el mismo monumento están las cenizas de Daoiz y Velarde y tanto otros que murieron fusilados por Napoleón en la madrugada del 2 a 3 de mayo de 1808, en la Guerra de la Independencia".

Tanto el monumento con la llama perpetua recuerdan a todos los caídos en las distintas contiendas que ha tenido España a la hora de defender lo común. "En este caso, a día de hoy, esta defensa de lo común podrían ser, por ejemplo, la democracia", precisa el referido interlocutor.

Desde 1978

La celebración del Día de las Fuerzas Armadas se remonta a 1978, cuando se estableció la conmemoración anual de una fiesta de carácter nacional que homenajeara a los Ejércitos y fomentar el conocimiento y la integración entre los mismos y la sociedad.

Ante la apariencia institucional, incluso de realidad abstracta que pudiera tener el acto, esta fuente señala que los caídos por España no son gente lejana, "sino que puede ser cualquier de nosotros; incluso nuestros primos, hermanos, sobrinos..." De ahí la importancia simbólica que tiene este homenaje, presidido por el Rey. Posteriormente, en el Cuartel General del Estado Mayor, Felipe VI conversará por videoconferencia con distintas unidades de las Fuerzas Armadas.