Estos son los requisitos que dificultan a un español visitar al rey Juan Carlos en Abu Dhabi
Emiratos Árabes Unidos impone unas exigencias restrictivas para viajar al país por la pandemia. La embajada española no permite autorización de viaje a cualquier ciudadano
El pasado 3 de agosto de 2020, el emérito anunciaba a través de las redes sociales de la casa real y que abandonaba España y terminaba afirmando que era “una decisión que tomaba con profundo sentimiento, pero con gran serenidad”. Desde entonces Juan Carlos I se ha refugiado en Abu Dhabi, lejos de la prensa. Aún así ha estado recibiendo visitas de sus hijas, las infantas Elena y Cristina y también algunos amigos, como el periodista Carlos Herrera. Pero, ¿y si un ciudadano de a pie querría solicitar una audiencia con el rey emérito en Abu Dhabi? ¿Qué requisitos tendría que reunir?
Pues bien, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España en su página web ofrece algunas recomendaciones a tener en cuenta para viajar a Emiratos Árabes Unidos, pero en ningún momento da la opción de reunir unos requisitos para poder solicitar un encuentro con el emérito en su villa o en las inmediaciones de la misma. La mansión del rey emérito se encuentra en la isla de Nurai. La isla de Nurai, de un kilómetro cuadrado y desierta hasta hace unos años, está a 15 minutos en barco de Abu Dhabi. En ella solo existe un lujoso complejo hotelero y 11 mansiones, un lugar residencial perfecto para evitar ser visto por cualquier turistas o curioso que viaje a la ciudad.
¿Y los medios de comunicación?
También según ha podido saber Monarquía Confidencial, si los medios de comunicación quisieran ejercer actividades periodísticas en EAU es necesario contar con autorización del Consejo Nacional de Medios. Aunque algunos periodistas cuentan con autorización para viajar hasta la villa donde se hospeda al ser amigos del padre de Felipe VI.
Juan Carlos no tiene un círculo social propio en los emiratos. Guarda algunas amistades de los tiempos de cacerías, que viven a tiempo parcial en el emirato, pero su mayor contacto con el mundo es a través del teléfono. En Abu Dhabi sólo le acompañan a tiempo completo sus escoltas, cuatro, que se turnan en parejas para servirle, y sus ayudas de cámara, tres, que también van rotando su estancia en el país árabe, propiedad de la familia real de Abu Dhabi con la que mantiene una estrecha relación.
