Doña Sofía se ahorró el disgusto de los incidentes en la Cumbre Iberoamericana. La reina, en contra de lo que ha sido siempre habitual, no asistió a la reunión de Chile debido a que sufría un proceso vírico, no grave, que le obligó a guardar reposo absoluto.
Ya se ha producido el restablecimiento definitivo, y doña Sofía retomó con normalidad el programa oficial de actos fijado por los servicios de protocolo de la Casa.