Felipe VI impulsó el cambio

La Guardia Real llevaba dos meses ensayando el nuevo ceremonial de recepción solemne a jefes de Estado

Se había entrenado para que un piquete de honor presentara armas y diera novedades a Mauricio Macri en el Salón de Columnas del Palacio Real

La Guardia Real rinde honores al presidente de Argentina en el Palacio Real.
La Guardia Real rinde honores al presidente de Argentina en el Palacio Real.

Felipe VI y la reina Letizia recibieron de forma oficial al presidente de Argentina, Mauricio Macri, y a su esposa en la Plaza de la Armería del Palacio Real para comenzar el programa oficial de esta visita de Estado. Se estrenó el nuevo ceremonial de recepción a jefes de Estado, con diferencias notables respecto al que se realizaba hasta ahora en el Palacio de El Pardo, que seguirá cumpliendo la misión de alojar al mandatario extranjero y acoger a sus invitados durante los días que dure la visita a nuestro país.

El pasado viernes se confirmó que el ceremonial de recepción a los jefes de Estado que visitan España en viaje de Estado iba a cambiar. Era un asunto en el que se llevaba trabajando tiempo aunque de forma discreta: de ahí que Patrimonio Nacional encargara comprar una nueva tribuna para el Palacio Real y no alquilarla en cada ocasión.

Este cambio obedece a un deseo del rey. Desde hace tiempo, Felipe VI trata de potenciar el Palacio Real de Madrid -que oficialmente es su residencia, aunque viva en el Palacio de la Zarzuela- como lugar más simbólico de la Corona, que entronca con la tradición e Historia de España. De ahí que haya decidido realizar allí numerosos actos muy relevantes, incluido un mensaje de Nochebuena.

Ensayos para adaptar el ceremonial de El Pardo

Este miércoles la Guardia Real ya ejecutó el nuevo ceremonial de honores a los jefes de Estado en visita a España. El presidente de Argentina y su esposa llegaron a la Plaza de la Armería en un Rolls Royce escoltado por la Sección de Motos (en Harley Davidson, con las banderas de España y Argentina) del Grupo de Escoltas, a los que en la calle Bailén dieron relevo los jinetes del Escuadrón de Escolta Real, con batidores, banda de clarines y timbales, coraceros y lanceros.

Escoltado por el Escuadrón de Escolta Real el vehículo avanzó por la Plaza de la Armería, donde los reyes Felipe y Letizia esperaban al presidente y a la primera dama de Argentina.

Monarquía Confidencial ha podido saber que la Guardia Real llevaba dos meses, desde antes de Navidad, ensayando el nuevo ceremonial que se estrenó este miércoles con esta visita de Estado. Hasta ahora una ceremonia más modesta daba la bienvenida a los jefes de Estado extranjeros en el Palacio de El Pardo, por lo que los guardias reales han tenido que adaptar la estructura del desfile a las ingentes dimensiones de la Plaza de la Armería del Palacio Real.

El primer desfile en la Plaza de la Armería

El rey Felipe y Macri pasaron revista al batallón de honores de la Guardia Real formado en la Plaza de la Armería. Antes se interpretaron los himnos de Argentina y España y se dispararon 21 salvas de ordenanza con las piezas de artillería de la Batería Real.

Por primera vez se realizó allí el desfile de las distintas unidades de la Guardia Real. Tras desalojar la Plaza de la Armería para ocupar sus puestos en el desfile militar, la Sección de Motos fue la primera en acceder al patio central del Palacio por una de las puertas laterales de la plaza, seguida por una escuadra de gastadores y el resto de unidades participantes, entre las que cabe destacar al Grupo de Honores formado por sus tres compañías: Monteros de Espinosa (del Ejército de Tierra), Mar Océano (Armada) y Escuadrilla Plus Ultra (Ejército del Aire).

La Guardia Real comenzó el desfile por un lateral de la Plaza de la Armería avanzando hasta la fachada principal para dirigirse a la tribuna en la que los reyes, Macri y su esposa Juliana Awada contemplaban el ceremonial. Tras realizar el saludo protocolario a ambos mandatarios, la Guardia abandonó el patio por la puerta que linda con la Catedral de la Almudena.

Cerraron el desfile las unidades hipomóviles de la Guardia Real, Escuadrón con sus secciones de lanceros, coraceros y banda de clarines y timbales; y, finalmente, la Batería Real, que lució las piezas históricas de artillería tiradas por caballos hispano bretones con las que se había dado comienza al vistoso acto, disparando las salvas de ordenanza.

 

Un ‘presenten’ que no se llegó a hacer

Tras el desfile solemne, Felipe VI, la reina Letizia, Mauricio Macri y Juliana Awada accedieron al Palacio Real, antes de que el presidente de Argentina y su esposa cumplieran con su segunda cita: el Congreso de los Diputados. Cabe destacar que, mientras el rey charlaba con Macri y le hacía indicaciones sobre el acto y el palacio, la reina y la primera dama argentina mostraron mucha confianza: doña Letizia y Juliana Awada se cogieron de la cintura nada más saludarse y estuvieron hablando gran parte del acto de recepción.

Monarquía Confidencial ha podido saber que ante la previsión de que hubiera mal tiempo, y una fuerte lluvia impidiera el desfile en el Patio de la Armería, la Guardia Real ensayó un piquete de honor en el Salón de Columnas: una de las estancias principales del Palacio, y donde por ejemplo Juan Carlos I firmó el decreto de abdicación de la Corona.

En ese caso, los guardias reales habrían presentado armas al presidente de Argentina. Después, el teniente al mando de la formación, tras saludar y sable en mano, habría dado novedades a Macri en presencia de Felipe VI.


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