El príncipe Felipe se reencontró con viejos amigos de la Academia de Zaragoza: se le vio “muy marcial” y preguntó por el ‘problema’ de las deserciones de cadetes

El príncipe de Asturias pertenece a la promoción XLIII, es decir que salió de la academia dos años antes, pero quiso presidir la renovación del juramento de sus compañeros, algunos de los cuales fueron también conocidos y amigos porque coincidió con ellos en las aulas.

Según las fuentes castrenses -testigos del evento- a las que ha tenido acceso Monarquía Confidencial, el príncipe mostró “un aire muy marcial”, muy serio durante el acto “sobre todo, durante el acto de homenaje a los caídos”.

Sin embargo se mostró sonriente en los momentos más relajados tras la jura.

Don Felipe aprovechó su visita a la Academia General de Zaragoza para interesarse por la formación de cadetes, y en concreto preguntó a varios oficiales allí destinados sobre el “problema”, en sus palabras, del abandono prematuro de cadetes durante este curso –vea aquí la noticia publicada por El Confidencial Digital-.

Extrañado por al accidente de Hoyo

El príncipe evidenció con sus compañeros su tristeza por la muerte de cinco especialistas en explosivos, tres del Ejército de Tierra y dos Infantería de Marina, fallecidos tras explotar una mina en el Centro de Excelencia de Hoyo del Manzanares.

Sobre el accidente, don Felipe mostró su extrañeza por lo sucedido al destacar que “era gente experta en manejar explosivos”. “No entiendo que les pasó” recalcó.

El domingo, el príncipe acudió a los funerales de Estado por los cinco fallecidos, en el que también estuvo presente José Luis Rodríguez Zapatero. Durante la despedida, don Felipe charló brevemente con un cabo herido en la explosión.