Primer mensaje de Nochebuena desde el Palacio Real

El rey pronuncia un discurso de Navidad valiente y con un mensaje de esperanza

Sin citar a Cataluña, hace un llamamiento a ensalzar “lo que nos une” y advierte que romper la ley conduce al empobrecimiento. Tras las elecciones del 20-D recomienda “diálogo, concertación y compromiso”

Felipe VI en el discurso de Nochebuena.
Felipe VI en el discurso de Nochebuena.

El discurso emitido este 24 de diciembre es el segundo del reinado de Felipe VI. Por primera vez, el rey ha elegido el Palacio Real y no La Zarzuela como escenario de su mensaje de Nochebuena. Más allá de las formas, el fondo de las palabras del Jefe del Estado tuvo diferencias y semejanzas con el discurso de 2014.

En su primer mensaje navideño, don Felipe habló de la abdicación de su padre, Juan Carlos I, en junio de ese año. También hizo una referencia expresa y prolongada sobre Cataluña tras la consulta independentista, mostró su preocupación por la crisis económica y el paro, y se refirió en términos muy duros a los servidores públicos que han mantenido conductas irregulares, en una alusión que se pudo entender dirigida a su hermana y su cuñado, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín.

Este año 2015, Felipe VI articuló su discurso en torno a una idea principal: “Hoy es más necesario que nunca reconocernos en todo lo que nos une […] Es necesario ensalzar todo lo que somos, lo que nos hace ser y sentirnos españoles”. Fue un discurso valiente, en el que se refirió a los asuntos más urgentes de España: la unidad, con los planes de los nacionalistas catalanes en marcha, y la formación del nuevo Gobierno tras las elecciones generales del 20 de diciembre.

El rey no hizo en esta ocasión una referencia expresa a Cataluña y al proceso independentista, pero sí incluyó numerosas alusiones a este asunto. Advirtió que “la ruptura de la Ley, la imposición de una idea o de un proyecto de unos sobre la voluntad de los demás españoles, solo nos ha conducido en nuestra historia a la decadencia, al empobrecimiento y al aislamiento”, y por ello pidió no repetir este error del pasado.

Las palabras de Felipe VI -que, por cierto, se vieron por la televisión autonómica catalana- incidieron en la idea de “respetar el orden constitucional” para defender la convivencia, los derechos y libertades y la diversidad de todos los españoles. También quiso el rey transmitir “serenidad, tranquilidad y confianza en la unidad y continuidad de España” y en la primacía de la Constitución.

Querer, admirar y respetar a España”

Pero el mensaje del rey en favor de la unidad de los españoles fue más profundo. Después de comenzar deseando “unas muy felices fiestas y todo lo mejor para el año nuevo” en nombre también de la reina Letizia y de sus hijas Leonor y Sofía, don Felipe se refirió al Palacio Real como un monumento “de todos los españoles y un símbolo de nuestra historia”.

A partir de ahí, animó a conocer, recordar y aprender de la historia común de España: “Es necesario poner en valor lo que hemos construido juntos a lo largo de los años con muchos y grandes sacrificios, también con generosidad y enorme entrega”.

Felipe VI remarcó, como hizo en su discurso de proclamación ante las Cortes, que “en la España constitucional caben las distintas formas de sentirse español” e hizo de nuevo referencia a la riqueza lingüística de España más allá del castellano que se ha extendido por el mundo.

Además de destacar que es “una gran nación”, Felipe VI también afirmó que España es “un gran Estado” que reconoce la “diversidad en el autogobierno de nuestras nacionalidades y regiones” y que fundamenta la vida en libertad en la ley aprobada como voluntad de todos los españoles.

“Por todo ello, tenemos –tengo- muchas razones para poder afirmar esta noche que ser y sentirse español, querer, admirar y respetar a España, es un sentimiento profundo, una emoción sincera, y es un orgullo muy legítimo”, dijo el rey, que añadió que para hacer honor a la Historia hay que fortalecer la cohesión nacional para impulsar el progreso político, cívico y moral de España.

 

Diálogo para gestionar la pluralidad tras el 20-D

El mensaje de Nochebuena de este año se grabó apenas dos días después de las elecciones generales del 20 de diciembre y por ello Felipe VI abordó directamente el tema: “España inicia una nueva legislatura que requiere todos los esfuerzos, todas las energías, todas las voluntades de nuestras instituciones democráticas, para asegurar y consolidar lo conseguido a lo largo de las últimas décadas y adecuar nuestro progreso político a la realidad de la sociedad española de hoy”.

El rey no esquivó los resultados y habló de la “pluralidad política” que aporta sensibilidades y perspectivas diferentes, pero sobre todo recomendó “diálogo, concertación y compromiso” para esta nueva legislatura.

En su línea de otros muchos discursos -el de proclamación, el de los Príncipe de Asturias 2014 o el de la pasada Nochebuena-, don Felipe pidió a los políticos “que sean sensibles con las demandas de rigor, rectitud e integridad que exigen los ciudadanos para la vida pública”, pero ahí quedó la mención a este asunto, que en la Nochebuena de 2014 la primera parte de su discurso.

Economía, yihadismo y refugiados

La economía ocupó en el discurso navideño del Jefe del Estado menos tiempo este 2015 que el año pasado. En esta ocasión, el rey no habló de la mejora de los indicadores macroeconómicos, pero sí pidió trabajar para conseguir un crecimiento económico sostenido “que permita seguir creando empleo -y empleo digno-” apostilló, y también reclamó reducir las desigualdades que se han acentuado con la crisis económica.

En la parte que dedicó (como hacía Juan Carlos I) a hablar de asuntos internacionales, don Felipe destacó la importancia de que “la voz de España se haga oír en la Unión Europea y en las instituciones internacionales" ante desafíos como el cambio climático, pero sobre todo destacó el drama de los refugiados que ha sido de actualidad este año.

Eso sí, las palabras más contundentes fueron las que pronunció sobre los atentados como los de París, “que han costado la vida a compatriotas nuestros” y que suponen “auténticos ataques a nuestro modelo de convivencia y a los más elementales valores humanos”.

Con otras palabras, pero con un mensaje de fonod muy parecido al del año pasado, Felipe VI terminó su discurso tratando de transmitir a los españoles esperanza en el futuro. Para ello pidió avanzar contando con todos, desterrando “los enfrentamientos y los rencores” y caminando con voluntad de entendimiento y espíritu de unión: “Hagámoslo con toda la fuerza y la confianza de quienes estamos orgullosos —con razón— de lo que hemos conseguido juntos y, sobre todo, de lo que juntos vamos a conseguir”.

El cierre, como ya empieza a ser habitual, lo hizo el rey utilizando no sólo el castellano, sino también el catalán y el valenciano, el vasco y el gallego, para desear una feliz Navidad.

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