Gestos de complicidad entre las dos parejas reales

Felipe VI lanza un alegato en el Reino Unido a favor de la monarquía parlamentaria

Cubrió de elogios a Isabel II en su discurso ante los diputados y lores. La reina anfitriona distinguió al rey con la mayor condecoración del país

Felipe VI pronuncia su discurso ante las cámaras de los Comunes y de los Lores.
Felipe VI pronuncia su discurso ante las cámaras de los Comunes y de los Lores.

El rey Felipe VI destacó en su discurso ante el Parlamento británico el valor de la monarquía parlamentaria, se deshizo en elogios ante Isabel II y ésta le condecoró con la Orden de la Jarretera, la más importante y antigua del Reino Unido.

Los reyes de España fueron recibidos en Londres por la reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo. Ambas parejas mostraron bastante complicidad y Felipe VI llegó incluso a besar la mano de la reina en su saludo.

Por su parte, la reina Letizia también hizo buenas migas con el duque Felipe de Edimburgo, con el que mantuvo una conversación larga y fluida. El recibimiento de los monarcas estuvo marcado por la cordialidad y el respeto mutuo.

Posteriormente, el rey Felipe VI pasó revista a la Guardia de Honor de la reina Isabel II junto al duque de Edimburgo y mantuvo una conversación con el oficial Charlie Gair, que fue quien le presentó novedades hablando en un español fluido.

Ambas parejas reales tomaron entonces una carroza descapotable que les llevó hasta el Palacio de Buckingham. Felipe VI e Isabel II fueron en una, y la reina Letizia y el duque de Edimburgo en otra, en un recorrido de un kilómetro en el que los reyes de España fueron jaleados por el público asistente con gritos en español.

Una vez en el Palacio de Buckingham, los monarcas se reunieron con los príncipes Guillermo y Carlos y la mujer de éste último, Camila. Felipe VI mantuvo una reunión privada con la reina Isabel II y posteriormente comieron con un vino manzanilla de Jerez.

El discurso del rey

Por la tarde Felipe VI dio su discurso en el Parlamento británico ante los diputados y lores, un evento muy esperado y en el que el rey emuló a su padre Juan Carlos I que hizo lo propio hace ya 31 años.

Destacó su reconocimiento durante el discurso a Ignacio Echeverría, el joven español asesinado en los últimos atentados de Londres, y mostró su compromiso en la lucha antiterrorista, solidarizándose con el pueblo británico que ha sufrido más ataques últimamente.

Pero había mucha atención puesta en las palabras del rey sobre Gibraltar, ya que varios parlamentarios británicos habían amenazado con abandonar la sala en caso de escuchar un discurso contrario a sus opiniones.

Pero Felipe VI fue astuto y optó por un tono más conciliador hablando de encontrar “fórmulas satisfactorias” para el conflicto por Gibraltar y mostró también su respeto por la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea, tendiendo la mano a seguir colaborando como “aliados estratégicos”.

 

Además, resaltó el valor de las monarquías parlamentarias, poniendo como ejemplo al Reino Unido y su desarrollo democrático, económico y social. En este sentido, destacó el papel de la reina Isabel II y su “extraordinaria” manera de llevar el cargo desde su coronación, considerándola “un ejemplo para todo el mundo”.

Insistió más en esta idea, destacando que dos de las naciones más antiguas de Europa y del mundo (en referencia a Reino Unido y España), son monarquías parlamentarias basadas en “la pluralidad y diversidad que enriquece sus sociedades”.

La reina Isabel II se mostró muy agradecida por las palabras del monarca español, y horas antes ya le había condecorado con la Orden de la Jarretera, la más importante y antigua del Reino Unido que ya recibió en su día el rey Juan Carlos I pero que no había sido otorgada a nadie desde el año 2001, cuando se condecoró con ella al rey Harald de Noruega.

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