Los presidentes iberoamericanos se enemistan con Felipe VI

Felipe VI ha sido el representante de la Casa Real española en las tomas de posesión de nuevos mandatarios de Latinoamérica y el Caribe desde 1996, cuando aún era príncipe de Asturias. Como jefe del Estado sigue acudiendo a ellas, aunque en los últimos años se han incrementado y acelerado los encontronazos con los gobernantes de izquierda de varios países.

Entre el indignado "¿Por qué no te callas?" de su padre, Juan Carlos I, a Hugo Chávez en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica celebrada en Santiago de Chile en 2007, y la polémica por permanecer sentado ante el paso y exposición de la espada de Simón Bolívar en la toma de posesión del colombiano Gustavo Petro el pasado domingo en Bogotá, han pasado quince años.

Pero muchos líderes de esos Estados siguen acusando al rey español de mantener una actitud irreverente y en ocasiones hiriente con sus símbolos, más propia de un conquistador que de un socio respetuoso con la voluntad popular de sus socios internacionales.

La espada de Bolívar, quien lideró la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, es un símbolo de hermandad anticolonialen América Latina. Diarios españoles de derechas como El Mundo y La Razón sostienen la tesis de que el rey no tenía que levantarse porque no estaba previsto en el libreto de protocolo, aunque sin aportar pruebas ni fuentes oficiales que sustenten ese argumento.

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