El Conde Louis de Causans reclama al Estado francés una indemnización de 351 millones de euros

Fue despojado de sus derechos hereditarios al Principado de Mónaco

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El conde durante una performance en una galería de París.

De no haber sido por la adopción de Charlotte Louvet, el conde Louis de Causans, de 48 años, era el hombre que podría haber gobernado el Principado. En el contexto del final de la Primera Guerra Mundial, el Tratado de París de 17 de julio de 1918 había excluido a la rama alemana de Urach-Wurtemberg de la sucesión, disponiendo que sólo podría acceder al trono "una persona de nacionalidad francesa o monegasca y aprobada por el gobierno francés".

La línea del derrocado duque de Urach, la del aristócrata francés Aynard de Chabrillan, descendiente del príncipe Honoré III, bisabuelo de Luis de Causans, podría haber sucedido normalmente a la línea de Alberto I, cuyo hijo Luis, marqués de Baux (futuro Luis II) no tuvo hijos.

Por desgracia para esta última, en 1919 la adopción de Carlota Louvet por el príncipe Luis, su padre natural, cambió la situación. Sin embargo, el acontecimiento creó una de las princesas más pintorescas del siglo XX y, como resultado, dio a luz al Príncipe Rainiero, que tuvo una boda de cuento.

El conde Louis de Causans no parece interesado en un nuevo juego de manos diplomático que lo convierta en S.A.S. el Príncipe Louis III en detrimento de Alberto II. De forma pragmática, exige 351 millones de euros de indemnización al Estado francés, al que considera responsable del expolio histórico del que se considera víctima.

 

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