El viaje final del príncipe Enrique de Dinamarca
Miles de daneses se despidieron del fallecido. Su cofre está expuesto al público en una capilla de Copenhague hasta el día de su funeral
Envuelto en una bandera danesa con su escudo personal, el ataúd del príncipe Enrique de Dinamarca estaba sobre un catafalco protegido por un guardia de honor y ocho oficiales militares dentro de la capilla del Palacio de Christiansborg mientras la gente pasaba por al lado silenciosamente. Muchos le dejaron flores a las puertas del Palacio.
Cientos de personas se alinearon en las calles de Copenhague para ver al esposo de la reina Margarita en su último viaje. Su cofre estará expuesto al público en una capilla de Copenhague hasta el funeral privado la próxima semana.
Envuelto en una bandera danesa con su escudo personal, el ataúd estaba sobre un catafalco rodeado por un guardia de honor, ocho oficiales militares, dentro de la capilla del Palacio de Christiansborg mientras la gente pasaba silenciosamente por al lado.
El palacio ha respetado el deseo del príncipe, que murió el pasado martes a los 83 años, de ser incinerado. Además, tal y como dijo el año pasado, no será enterrado junto a su esposa, ya que en los últimos años tuvieron varios enfrentamientos por no concederle el título de rey consorte.
Tal y como ya se confirmó hace unos días, el funeral será pequeño y privado, manteniendo lo que quería el príncipe, que no fuese un funeral estatal. Tendrá lugar el 20 de febrero a las 11 de la mañana en la Iglesia del Palacio de Christiansborg en Copenhague. Solo familiares cercanos y amigos estarán presentes. Erik Normann Svendsen, ex obispo de la Catedral de Copenhague y confesor real, dirigirá el velatorio.
